Fría e inmerecida derrota

El conjunto de Ramis ha caido derrotado en las frías tierras danesas ante un serio Copenhague (3-2). El equipo madridista fue a más según avanzaba el partido, pero la actuación arbitral decantó el choque a favor de los locales, que necesitaban g
10.12.2013 18:15 de  Alejandro López   ver lecturas
Fría e inmerecida derrota

Injusta derrota la que ha sufrido hoy el Juvenil del Real Madrid ante el Copenhague. El 3-2 que acabó luciendo el marcador no refleja el buen choque que la segunda unidad de los blancos realizó a pesar de ya estar clasificado para los octavos de final.

Con la clasificación para la siguiente fase y el primer puesto de grupo asegurado afrontaba el Juvenil A de Ramis el choque frente al Copenhague. Si la situación de los merengues previa al partido era tremendamente cómoda, motivo por el que Ramis apostó por las rotaciones, el conjunto danés veía como sus opciones de estar en los octavos de final pasaban por triunfar el equipo blanco tras la abultada victoria de la Juventus.

Por este motivo, los daneses salieron como auténticos perros de presa a buscar el gol ante su público. Esto sorprendió al once inédito de los blancos, que no podían desempeñar su juego de la manera más cómoda. Este ahínco que demostraba ocasión tras ocasión el equipo de Morten Grahn tuvo un prematuro pero gran premio, el gol de Felfel. Una recompensa diligente más merecida.

De menos a más

Los blancos se mostraron impávidos, conscientes de su rango de líderes de grupo. Intentando un juego directo, buscando el espacio entre los centrales sacaba algo de quicio a un Ramis que pedía más movimiento de balón de forma rasa. Poco a poco, y según se acercaba el final de la primera mitad los blancos, el filial merengue se adueñaba del partido. Una internada preciosa de Jaime por la banda derecha, que no perdió la fe en llevarse el esférico aunque parecía que lo tenía perdido, acababa con Felipe celebrando el empate. El goleador blanco andaba con la caña puesta en el área danesa, y aprovechó el rechace del chut de Enza Zidane para establecer el empate en el marcador al borde del entre tiempo.

Tras el paso por vestuarios el conjunto merengue salió al campo más que activo y ordenado. Saltó al césped con ganas de dejar claro quién debía ser el dueño del choque, y así lo demostró. Los de Ramis dieron un auténtico recital de fútbol ofensivo los primeros 15 minutos de la segunda mitad, y clara muestra de ello fue el tremendo cabezazo que enganchó Legaz tras un gran centro desde el lateral. Los merengues entonces dominaban el marcador, el tempo del partido y el esférico, pero en ese momento el colegiado salió de toril y puso toda la plaza danesa en pie.

El árbitro se alza como protagonista

Una mala salida de Oliveros propiciaba la caída de Olsen, que se dio un autopase hacia el córner. El colegiado hacía sonar su silbato ante la anonada expresión de un Oliveros que apenas rozó al futbolista danés, pero más asombro le produjo el ver al colegiado mostrarle la cartulina roja.

Con diez los blancos no dieron un paso atrás, es más intentaron seguir dominando el encuentro, pero una nueva aparición polémica del colegiado iba a propiciar el empate del Copenhague. Una carga legal de Sáez sobre Fefel acababa con el colegiado lituano señalando la pena máxima para más inri. Wohlgemuth la convertía a pesar de la estirada de Álex, y tras las polémicas decisiones arbitrales, fue la mala suerte la que se cebó con el Juvenil. Un rechace defectuoso del portero madridista provocaba el chut a puerta vacía de Mathisen que no pudo despejar Sánchez. El 3-2 permanecería en el marcador hasta el final del partido, aunque no sería porque el conjunto de Ramis no lo intentara.

En definitiva, los blancos se despiden de la fase de grupos de la UEFA Youth League  con una derrota, aunque irán al sorteo de octavos de final a Nyon con la tranquilidad de jugar el choque de octavos en casa.