Mbappé pone la guinda al adiós de Modric y Ancelotti: la crónica del Real Madrid 2-0 Real Sociedad

Sin nada en juego para la última jornada de LaLiga, Real Madrid y Real Sociedad se veían las caras este sábado en un Santiago Bernabéu lleno hasta la bandera para despedir a dos de sus grandes leyendas: Carlo Ancelotti y Luka Modric, el entrenador y el jugador con más títulos en la historia del club, respectivamente. Dos ídolos del madridismo que hoy afrontaban su última cita en Chamartín, donde, desde que se escucharon sus nombres por megafonía, los aficionados dieron buena muestra de su cariño hacia ellos.
Muchos aplausos recibió también Lucas Vázquez, aunque su salida todavía no se ha confirmado todavía. Y no es para menos, el gallego es, sin duda, otro icono del Real Madrid. Incluso Vallejo, que también disfrutaba de su última tarde en Concha Espina, tuvo su ovación. Desde el inicio, el Bernabéu presentaba un ambiente de fiesta, en la que poco importaba lo deportivo y en la que lo emocional estaba por encima de todo. La última alineación de Ancelotti como técnico del conjunto blanco estuvo formada por Lunin; Lucas Vázquez, Asencio, Tchouaméni, Fran García; Ceballos, Modric, Valverde; Güler, Mbappé y Brahim . Por su parte, el once de Imanol Alguacil, que también vivió su último encuentro al frente de la Real Sociedad, lo conformaron Marrero; Aramburu, Martín, Pacheco, Aihen Muñoz; Take Kubo, Turrientes, Sucic, Sergi Gómez; Mariezkurrena y Pablo Marín.
MBAPPÉ ACARICIA LA BOTA DE ORO
Los protagonistas de ambos equipos saltaron al césped con una camiseta gigante de Modric sobre el círculo central y con dos retratos del croata y de Ancelotti en cada fondo, junto a los que podía leerse "Gracias leyenda" y "Gracias Carletto" debajo de cada uno. Atronadora ovación y cánticos para ambos antes de que se guardara un minuto de silencio en memoria de Rafael Rullán, leyenda del Real Madrid de baloncesto, y antes de que echara a rodar el balón. En el primer cuarto de hora, los dos conjuntos tuvieron una gran ocasión. Primero avisaron los donostiarras por medio de Sergio Gómez, pero Lunin estuvo espléndido en el mano a mano. Después llegó la advertencia de los madridistas, con un Mbappé que no pudo dirigir casi a bocajarro un gran pase bombeado de Güler.
El ritmo de juego era el esperado entre dos clubes que no tenían nada por lo que luchar. Alguna ocasión, como un remate de Pablo Marín a la salida de un córner o un disparo potente de Valverde desde lejos, pero poca cosa hasta que, en el 37', en un intento de sombrero de Güler dentro del área, la pelota tocó en la mano de Pablo Marín y el colegiado, tras revisar el VAR, indicó penalti. Pese a que el Bernabéu pidió que lanzara Modric, el encargado de ejecutar la pena máxima fue Mbappé, quien sigue en la pugna por la bota de oro junto a Salah. Y no de primeras, porque paró muy bien Marrero, pero sí de segundas, el francés perforó la red y abrió la lata. Después del gol, un error de Lunin en una salida del área pudo acabar en el empate de la Real, pero el ucraniano y la defensa subsanaron la situación y, finalmente, el duelo llegó al descanso con 1-0.
OVACIÓN Y PASILLO HISTÓRICO A MODRIC
Tras el entretiempo, a los pocos minutos, Ancelotti movió el banquillo metiendo a Vinicius y a Vallejo, que se despidió del Real Madrid sobre el césped, por Tchouaméni y Brahim, quien se retiró lesionado con molestias en la ingle. El hispano-marroquí volvía de lesión y parece haberse resentido. Manchón en un partido laxo y bastante tranquilo. Vinicius y Mbappé conectaron desde los primeros compases del brasileño sobre el verde, pero sin acierto. Solo Güler inquietó mínimamente a Marrero y Kubo a Lunin con dos acciones sencillas para ambos guardametas.
En el minuto 74', antes de que Marrero evitara el segundo gol de Mbappé con un paradón abajo descomunal, Ancelotti decidió quitar del campo a Lucas Vázquez para que este recibiera una ovación atronadora mientras abandonaba el campo al borde de las lágrimas y abrazándose con sus compañeros. Gonzalo entró en su lugar. Diez minutos después, aprovechando un buen pase de Vini Jr., que esta vez sí estuvo fino a la hora de asistir, Kylian definió a las mil maravillas, cruzando la pelota con la zurda para hacer el definitivo 2-0.
Ya con el resultado a favor y con el partido casi acabado, Ancelotti dejó que Modric se llevase la ovación de todo el Santiago Bernabéu. Los jugadores de ambos equipos le hicieron el pasillo en su camino hacia el banquillo, donde le esperaba Kroos, su familia y el resto de la plantilla merengue. Un momento muy especial y muy emotivo con el que el croata no pudo evitar emocionarse y soltar alguna lágrima. Todo el estadio puesto en pie, coreando su nombre. Inolvidable. El canterano Chema entró en su lugar y el equipo puso el broche final a LaLiga con ese 2-0, doblete de Mbappé, y una despedida bellísima a dos de las más grandes leyendas del madridismo.

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