¿A cuánto está la gasolina?
Tampoco creo que haya que ser tremendamente alarmista con el equipo de Carlo Ancelotti. Pero sí es cierto que el tanque se está vaciando. Por lo menos el de algunos jugadores… y esos jugadores son los diesel.
En Córdoba se vio a un Carletto con más gente que nunca, con más instrucciones que nunca y con la sensación de que se le escapaba el encuentro. Y si no lo fue es porque Cartabia cometió una mano infantil en una falta que culminó Bale desde los once metros. Pero en ningún momento se vio un Real Madrid mandón.
La baja de Modric, a la que en el Arcángel se unió Isco, dificulta la elaboración del juego madridista pero las piernas están bajo mínimos. Los laterales ya no suben y bajan a gran velocidad, en el centro falta aplomo y arriba chispa.
Mención aparte merece el partido de Khedira. Ni corrió ni estuvo acertado ni parece que le importe mucho el equipo. Y es que tiene la cabeza fuera del Real Madrid.