Benzema y su máquina del tiempo

Pasen y vean el magnífico mundo de Karim Benzema. Esa frase es la que deberían decir por megafonía en los estadios en los que juega el francés. Es uno de esos jugadores que encandilan al espectador con solo tocar el balón. Muy pocos tienen la capacidad para parar el tiempo a su alrededor y que parezca que juegan a otra cosa. Ayer lo volvió a hacer y no solo por los goles, sino porque tras la marcha de Cristiano se ha convertido en el mejor solucionador de problemas de la plantilla. 

Su asociación con Hazard ya es un hecho, aunque era algo que conocían los aficionados madridistas incluso antes de que el belga aterrizase en Madrid. Ambos hablan el mismo idioma dentro y fuera del terreno de juego, aunque el francés va un paso por delante al menos por el momento. Cae a banda, baja al medio y tiene la capacidad para subir y perforar la meta rival en la misma jugada si es preciso.

Todo va más lento cuando él entra el contacto con el balón. Su magia ayuda al equipo y a un Zidane cansado de repetir que no quiere a otro '9', ni Lewandowski, ni Kane, ni Haaland: él quiere a su compatriota y le considera el mejor del mundo. Algo de razón tendrá ZZ cuando es considerado uno de los mejores jugadores de la historia del Madrid. Además que la falta de gol no puede ser excusa, ya que con el de ayer se convirtió en el quinto jugador máximo goleador de la historia del Real Madrid. 

Ver jugar a Benzema es algo parecido a ver jugar a Federer o a Jordan, porque cuando tienes la oportunidad de hacerlo tu vida no será como antes.