CRÓNICA | Modric y Vinicius bailaron sobre Balaídos
El Real Madrid visitaba Balaídos con la resaca por la salida de Casemiro. El Celta de Vigo llegaba tras empatar en la primera jornada pero con muy buenas sensaciones de su partido contra el Espanyol. Ambos buscaban la victoria por diferentes motivos: el título de liga y la posibilidad de entrar en Europa.
Las alineaciones de ambos equipos fueron las siguientes:
CELTA: Marchesin; Mallo, Aidoo, Unai, Javi Galán; Tapia, Beltrán; Óscar Rodríguez, Cervi; Paciencia, Aspas.
REAL MADRID: Courtois; Carvajal, Militao, Alaba, Mendy; Tchouaméni, Camavinga, Modric; Valverde, Benzema, Vinicius.
El partido comenzó con el Celta presionando muy arriba al conjunto de Carletto. En el minuto dos tuvieron una gran ocasión por medio de un libre directo, obra de Tchouaméni, de Óscar Rodríguez. Poco a poco se fueron desperezando los jugadores del Real Madrid por medio de un participativo Karim Benzema. Caía a banda y siempre encontraba al hombre libre. En la primera ocasión se trató de Fede Valverde, que intento batir a Marchesín con un disparo potente, pero sin éxito. Los gallegos seguían generando peligro sobre la meta de Courtois, pero Tchouaméni se mostraba muy atento al menos en los primeros compases del choque. Siempre al quite.
Por suerte para los intereses del Real Madrid, Gil Manzano señaló penalti por una clarísima mano de Renato Tapia tras un chutazo de David Alaba. El disparo del austríaco habría perforado las redes sin ninguna duda. Karim Benzema adelantó a los blancos desde los 11 metros. A partir del gol el dominio fue celeste. Los de Carletto aguantaban atrás en bloque medio para salir al contragolpe y matar el partido, algo que les estaba costando encontrar. La mala fortuna quiso que el Celta también gozase de un penalti a su favor tras la clara mano de Eder Militao. Aspas puso el empate desde los 11 metros.
El tanto de la igualada le sentó mejor al Real Madrid que al Celta. Los blancos dieron un pasito adelante y mostraron más ganas y ambición por llevarse los tres puntos... durante los primeros instantes. Los de Coudet siguieron comandando el encuentro y a punto estuvieron de ponerse 2-1 tras un disparo potente de Cervi.
El Madrid estaba en aprietos, no encontraban la vía para hacer daño al Celta más allá de algunos arrebatos de pasión de Vinicius. En esos momentos de zozobra apareció él, don Luka Modric. El croata se sacó su último truco de la chistera para reventar la escuadra de Marchesín y poner el 1-2. Qué jugador. Instantes más tarde la enganchó Vinicius tras un buen pase de Tchouaméni y se quedó muy cerca de cambiar el electrónico de nuevo.
Llegaban al descanso con mejor resultado que juego para desgracia del Celta. Tras la reanudación el ritmo del partido siguió siendo el mismo de la primera mitad. Los locales intentaban avasallar a los merengues mientras que estos aguardaban la oportunidad para matar el partido al espacio y contemporizaban la posesión del balón cuando se hacían con él. Paciencia inquietaba a Courtois de vez en cuando a través de uno de sus puntos fuertes, el disparo.
En uno de esos contragolpes llegó el tercero del Real Madrid. Modric, con su habitual tranquilidad, puso un balón medido a Vinicius para poner el 1-3 en el marcador. Regateó a Marchesín y anotó su primer tanto de la temporada. Qué calidad.
El tanto no cambió el ánimo de los gallegos, pero calentó aún más a los de Ancelotti. En otro robo de balón de Tchouaméni nació el cuarto, obra de Fede Valverde al contraataque. El francés estaba cuajando un grandísimo partido bajo la atenta mirada del que será su socio durante la presente temporada, Luka Modric.
En el 75' Carletto movió el banquillo para dar descanso al croata y a David Alaba. Entraron Lucas Vázquez y Dani Ceballos. Antes lo hizo Rüdiger por Carvajal. A falta de 8' se produjeron los dos últimos cambios del Real Madrid: Asensio, que debutaba esta temporada, y Hazard, por Vinicius y Camavinga.
Agonizaba el partido cuando Antonio Rüdiger decidió correr como alma que lleva el diablo a por un balón que parecía no poder llegar. Llegó, conectó con Benzema y Hugo Mallo derribó al francés, lo que se tradujo en una nueva pena máxima. Karim tuvo un detalle de capitán al cederle el penalti a Hazard, que erró la oportunidad. Marchesín se vistió de Casillas en 2008 y no solo frenó al belga sino que también paró el rechace posterior.
Acabó el partido tras una superioridad inmensa del Real Madrid en la segunda parte. Tchouaméni, Camavinga, Vinicius y don Luka Modric fueron los mejores de la noche en Balaídos. Dos partidos, dos victorias y seis puntos. El conjunto blanco ha empezado como terminó: avasallando.