Cúmulo de despropósitos
El Madrid fue perfecto en el error. Arrancó el partido con la misma idea futbolística y el mismo planteamiento táctico de los últimos enfrentamientos contra el Atleti que hace que en los derbis suframos un 'déjà vu' constante en el que Ancelotti brilla por la incapacidad de ingenio y convicción en el trabajo estratego-metódico que se le presupone puntero a cualquier entrenador que dirige el Real Madrid. Volvía a incurrir el italiano en el error de atacar por banda con dos jugadores pese a que, en los últimos duelos, Simeone aglutinara cuatro jugadores más un central de cobertura para imposibilitar las acometidas de Cristiano-Coentrao o Bale-Carvajal dependiendo de la banda. Y no sólo en ese, pues también dejó huérfano el lado más débil de la defensa [Coentrao-Nacho] posicionando a Khedira en la banda contraria y dejando a Isco en ésta aun conociendo que Juanfran, Gabi, Arda y Mandzukic atacarían el flanco en cuestión.
Pero el partido no sólo fue un despropósito tácticamente. La nula intensidad del entrenador con sus jugadores y de los jugadores, independientemente del entrenador, enervan la sangre de los que no concebimos partidos sin corazón. Porque si Ancelotti falló, los jugadores no se quedaron atrás. Casillas cantó en el primer gol y ni se tiró en los otros tres, acompañando su pésima actuación con unas declaraciones aún más detestables, negando la evidencia y culpando a compañeros haciendo justo lo contrario del perdón y el mea culpa que entonó Diego López en un fallo semejante contra, precisamente, el Atlético de Madrid. La defensa se vio superada, los medios perdidos sin tensión ni éxito en los balones divididos y la delantera mirándose el nombre de sus camisetas olvidando el valor innegociable del sudor.
Para colmo, horas después del partido, mientras los madridistas cenábamos con un nudo en la garganta ante el estupor de la derrota, Marcelo, James [que guardaba públicamente reposo por tener un dedo del pie roto] Keylor, Cristiano y compañía celebraban el cumpleaños de éste - totalmente legítimo, por otra parte - desatando las críticas de la afición que, al día siguiente, condenó contundentemente el festejo con un Trending Topic de la misma manera con la que definía el sentimiento que les produjo el vergonzoso fracaso: “deshonra”.