Diario del Mundial 18: La maldición de México y la pura vida de Costa Rica

30.06.2014 07:37 de  Jorge Calabrés  Twitter:    ver lecturas
Diario del Mundial 18: La maldición de México y la pura vida de Costa Rica
© foto de Jorge Calabrés

El fútbol es bello y tan seguido por el gran público debido a su capacidad de sorprender y emocionar. Ese dramatismo entre la vida y la muerte tiene su máxima expresión en las tandas de penaltis de los Mundiales. El éxito y el fracaso separados por tan solo once metros. La agonía de saber que no tendrás una nueva oportunidad hasta dentro de cuatro años hace que los nervios afloren y las pulsaciones se disparen. 

En el caso de Costa Rica esta tensión se multiplico por mil al estar ante una ocasión histórica de pasar a los cuartos de final. Por suerte para los ticos apareció Keylor Navas para hacer una gran parada en el cuarto penalti de Grecia. Esa intervención ya es el momento más importante en la histórica futbolística de un país que ha causado sensación en el Mundial. 

Keylor Navas y Ochoa son, sin discusión alguna, los dos mejores porteros de esta Copa del Mundo. Sin embargo al bueno de 'Memo' le tocó vivir la cruz del fútbol. Llegó a Brasil sin equipo y sus actuaciones, además de asegurarle un buen contrato, han servido para convertirse en el gran líder de México durante el campeonato. El fútbol fue especialmente injusto con los aztecas, que solo han logrado el pase a cuartos en los dos Mundiales que han organizado. Desde 1994 acumulan seis eliminaciones en la trágica ronda de octavos, algunas de ellas injustas, como la de 2006 ante Argentina en la prórroga o la del Mundial de EE.UU. contra la Bulgaria de Stoichkov y compañía en los penaltis. El día que la 'Tri' consiga pasar esta fase se producirá una gran liberación para una de las selecciones que siempre han levantado más apoyo entre los aficionados. Pero para ello tendrá que esperar como mínimo otros cuatro más, cuando se cumpla el 32º aniversario de la última vez que los aztecas consiguieron pasar la maldita barrera de octavos.