Diario del Mundial 24: Van Gaal, otro entrenador maltratado
Los dos últimos partidos de cuartos de final dieron el pase a Argentina y Holanda para semifinales, donde la Oranje buscará tomarse la revancha de aquella final de 1978. Los grandes protagonistas de la jornada fueron Keylor Navas y Louis van Gaal. Uno por llevar a la imbatible Costa Rica hasta los penaltis y el otro por su genialidad decisiva al cambiar de guardameta justo antes de la tanda desde los once metros.
Van Gaal es de esos entrenadores que no deja indiferente a nadie. Quizá es tosco en su forma de hablar y tiene un carácter difícil en las ruedas de prensa, pero es un ganador nato. Cualquier otro no se habría atrevido a realizar el cambio de Krul por Cillesen, y no porque no pensara que fuera mejor para su equipo, sino por puro miedo al ridículo y al qué dirán. El técnico holandés es un inconformista por naturaleza, quizá algo extravagante, pero al fin y al cabo todos los genios lo son.
En España algunos medios de comunicación crearon de Van Gaal esa imagen ridícula en forma de guiñol y su inseparable frase 'nunca positivo, siempre negativo'. Toda esta parafernalia ha hecho que muchas veces no se valore el gran técnico que hay detrás de aquel personaje. Un estratega que dio un lindo repaso a Del Bosque en el primer partido del Mundial. Pocos apostaban por una Holanda débil en defensa y basada únicamente en las genialidades de Van Persie y Robben. Sin embargo, de la mano de Van Gaal la Oranje se ha colado invicta en semifinales y dando muestras de ser una selección fiable y segura.
Al igual que pasó con Mourinho, el holandés ha sufrido, sufre y sufrirá el azote de un cuarto poder que prefiere a los entrenadores bonachones y con doble moral. Van Gaal va de frente, te podrá caer mejor o peor, pero su nivel es indiscutible. No se reúne alrededor de una mesa con periodistas, pero el gran público debería saber valorar el trabajo de aquel técnico al que un día le pusieron para siempre un ladrillo en la cara.