El contragolpe

28.09.2013 00:00 de  Michi Huerta   ver lecturas

Hasta hace nada el juego del Madrid se resumía en cada saque de esquina, una ruleta de sensaciones que te dejaba el alma en vilo. Surcaban los aires las pelotas y tú rezabas para que apareciera una cabeza salvadora. Si pasaba el susto se activaba el frenesí en un parpadeo. Puede que la gran aportación de Mourinho a la historia del fútbol fuera la conversión del córner en contra en ocasión manifiesta de gol para los suyos. Las estampidas eran brutales, inhumanas en su velocidad y sublimes por precisión. Contemplarlo te estimulaba las retinas como si estuvieras viendo la persecución definitiva de una película de William Friedkin. Una pasada.

La conjura de los necios también consistió en empequeñecer esa virtud, calificada por el discurso único de fútbol ramplón y descrita como arma de chirlero. Aquello no respondía al ideal platónico del balompié pues se trataba, al parecer, de un sucedáneo inmoral. El Madrid se fue a los cien puntos y metió más de un centenar de chicharros con un plan que se declaraba vergonzante y carroñero. Nos insistieron en que existía una vida mejor, más elaborada, de una retórica sutil.

Y ya está aquí. El arranque de la 2013-2014 nos ha devuelto el gilitoque, la posesión horizontal y el susto en defensa. Esto es lo que, de momento, hay: un portero que sería santificado si tuviera profeta y diez compañeros que andan sobre el césped con la elegancia inútil de quien atisba la portería rival a años luz. Eso en ataque, pues en las lides de la presión y el repliegue los de arriba dimiten para que los de atrás nos recuerden que había una vez un circo.

Y así, en lo que alegramos el corazón de equipos como el Elche, uno añora aquel ímpetu voraz que llevaba la cosa redonda de un área a otra en cuatro pases verticales. Al parecer el estilo directo lo echa en falta hasta Roberto Gómez, que es capaz de decir una cosa y la contraria en la misma frase o, peor aún, que Diego López fue el culpable de los puntos perdidos en Villarreal. El caso es que no me veo yo a BaleDi María Ronaldo enhebrando agujas y pelando la pava en espacios cortos. Sus genes son los del picotazo en un ver. Y para propinarlos hay que ser ordenados y solidarios en los marrones y fugaces al golpear.

O al contragolpear, que lo mismo da si la dicha es la victoria, ya que el estilo histórico del Madrid sólo ha sido uno: ganar.

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Michi Huerta
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Michi Huerta
Miguel Ángel Huerta Floriano, "Michi", es cacereño, madridista y fordiano. Licenciado en Derecho y en Periodismo. Doctor en Comunicación. Profesor universitario. Juntaletras ocasional. Autor de varios libros sobre estética y narrativa audiovisual. Bloguero. El primer regalo que recibió su hija Eva fue una camiseta firmada por Raúl González Blanco. Tiene por cerebro un Tango Adidas y sueña con el Monument Valley y con "la Décima". Amante de la belleza.