El Madrid insulso y la vuelta de la Champions
Tinta y editoriales en vano. El estadio no pitó a los protagonistas de los vídeos de linchamiento que algunos se empeñaron en poner en escena durante toda la semana y, contrariamente, regañaron a los protegidos. Casillas y Ancelotti pagaron su parte de responsabilidad en la derrota contra el Atlético de Madrid recibiendo una tibia pitada en el anuncio de la alineación del partido como consecuencia del desastre aun presente en el enrarecido ambiente del Santiago Bernabéu.
Así las cosas empezaba un partido que, lejos de ser el escenario en el que el Deportivo pagara los platos rotos, sirvió para no despejar las dudas. La primera parte destacó por los ecos del travesaño, amenazado por Bale y un Cristiano que seguía inmerso en esos partidos sin suerte, desesperado por el gol aunque más participativo y comprometido que en los últimos encuentros. La segunda, insulsa como la primera, talló la constatación del mediocre partido del Madrid. Entra las dos, Isco abrió la lata con un gol de rosca desde la frontal, Bale preponderó por encima del resto con sus destacadas apariciones ofensivas y Lucas Silva debutó con la elástica blanca.
Con este insustancial estado de ánimo reaparece la Champions en la vida del Madrid, después del 14 de febrero, como pidiéndole que vuelva, exigiendo recobrar el color aprovechando la historia de los enamorados. El Schalke es el encargado de medir la disposición del club que, pese a todo y pese a todos, sigue líder de la Liga y defiende título en la Copa de Europa.