El más envidiado, el más amado
Los merengues que vivimos en Cataluña vivimos con intensidad el gran rendimiento de nuestro estandarte, el primer equipo del Real Madrid. No en vano, el equipo de nuestro corazón tiene una media en casa de más de tres goles por encuentro (3,3). Son 13 los partidos oficiales que han disputado los blancos esta temporada y 43 los tantos marcados.
Hasta en cinco ocasiones han anotado cinco goles en un encuentro disputado en el Santiago Bernabéu. Athletic, Cornellà, Basilea, Elche y Rayo fueron los rivales. El Ludogorets se marchó del feudo blanco con cuatro goles en contra (4-0), mientras que tres marcaron los madridistas a Barcelona, Espanyol y Celta.
Y todo ello comandado por el más grande jugador de nuestra era Cristiano Ronaldo, que con esfuerzo y tesón, va camino de convertirse en el mejor jugador de la historia de nuestro club. Resplandece su figura en los tiempos coetáneos por lo que habrá que imaginar como brillará con la perspectiva del tiempo y el crecimiento de su mitología.
No podemos dejar por alto en este rincón de madridismo que realizamos desde "tierra hostil" que Cristiano Ronaldo continúa sumando reconocimientos. El flamante Balón de Oro ha sido nombrado Mejor Goleador del Mundo en 2014 por la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS). El madridista encabezó una clasificación que contabiliza los goles con su club en competiciones europeas y con la selección. Con un total de 20 tantos, el portugués superó a Neymar (19) y Messi (18). En concreto, Cristiano Ronaldo marcó 15 goles con el Real Madrid (13 en la Champions y dos en la Supercopa de Europa) y otros cinco con la selección portuguesa. Éste es el segundo año consecutivo que el delantero blanco consigue este premio.
Se cierra de este modo una semana que empezó con nuestra estrella como el rey del fútbol un año más. El delantero madridista recibió su tercer Balón de Oro, el segundo consecutivo, en la gala celebrada en el Palacio de Congresos de Zúrich (Suiza) y que pudieron ustedes seguir minuto a minuto por este medio. Nuestro portugués del alma, con un 37,66%, superó a Messi (15,76%) y a Neuer (15,72%). Tras recibir una gran ovación al recoger el trofeo, tomó la palabra: "Quiero saludar a mi familia, a mi hijo, a mi madre. Agradezco a todos los que han creído en mí, a mi entrenador, compañeros, presidente… A todos los que me han ayudado en el Real Madrid". Todo ello plasmado en un grito de felicidad que después ha trascendido en tanto amor como envidia.
Como ya bien dijo el escritor español del Siglo de Oro Baltasar Gracián, "triste cosa es no tener amigos, pero más triste debe ser no tener enemigos, porque quien enemigos no tenga, señal de que no tiene: ni talento que haga sombra, ni valor que le teman, ni honra que le murmuren, ni bienes que le codicien, ni cosa buena que le envidien".