Entre hienas y leyendas negras

16.10.2014 11:37 de  Ángela Castañeda   ver lecturas
Entre hienas y leyendas negras
© foto de Ángela Castañeda

En aquellos años en los que un genial portugués mandaba en el Real Madrid como siempre un entrenador debe hacerlo, allá por el país pequeñito de ahí arriba molestaba lo que ahora en la ribera del Manzanares y en la mayor parte del bello reino de España llaman intensidad.

Incluso se jactaban en nombrar al periodismo de la capital de España como 'central lechera' y un medio, de esa que por más que insistan muchos no deja de ser una comunidad autónoma de nuestro país, quiso hacer la gracia y ganar popularidad a través de un vídeo en el que compararon a los jugadores del Madrid con hienas. Pero bueno, gracias a ese vídeo se demostró una vez más la madriditis de muchos y encima para acabar pasando por caja por torpes, malintencionados y mentirosos.

Se acabó la 'Era Mou', llegó el 'Pacificador' Ancelotti y aun así, esta enfermedad que todo lo que suena a blanco te hace parecer Pinocho y contar mentiras como quien habla del tiempo siguió dando rienda suelta a la capacidad imaginativa de tantos y tantos. La 'Décima' parece que escoció demasiado y en el primer duelo después de que el Madrid haya vuelto a reinar en Europa, desde la Ciudad Condal vuelven a intentar desestabilizar a su eterno rival, contar mentiras para todos aquellos que les gustan los cuentos para no dormir y aumentar más una leyenda que tiene tanto de cierta como la de Caperucita Roja y el lobo.

No hablo de otra cosa sino de lo que algunos llaman documental, aunque poco de esto tiene, en él se cuenta una intrahistoria entre la relación de Franco con el Madrid, esta invención que durante décadas ha ido aumentado hasta el punto de que ya da más risa cuando aparece un dato 'nuevo' que seriedad, información y sensación de verdadero periodismo.

Lo verdaderamente reconfortante es comprobar que la mayoría lo entiende como un mal chiste, una prueba más de que el Real Madrid es el club más grande del mundo, una pasión irrefutable y no una moda. Y que desde ese país pequeñito -que antes mencionaba- se piensa más en el club de las diez Copas de Europa que en las posibilidades de su propio equipo. Reconfortante a la vez que un poco triste, triste por ellos, por no llegar a comprender lo que significa la palabra grandeza.