Generadores de problemas
Sorprendió Benítez en rueda de prensa con la fábula del burro. Mató dos pájaros de un tiro; por un lado, demostró a quienes le veían bisoño en la jefatura de un grande que la inexperiencia no es una impresión acertada y, por otro, mandó un mensaje directo a los generadores de problemas: criticad que yo haré lo que crea oportuno. Fiel a sus principios, alineó de titular a James en detrimento de Isco y puso, también, a Benzema y Bale de inicio. El colombiano, que lleva 19 goles y 19 asistencias en 48 partidos vistiendo la elástica blanca, anotó un asombroso gol de falta con un latigazo al segundo palo casi sin ángulo y otro de chilena, asistencias a parte. Por su lado, Karim Benzema tan sólo necesitó diez minutos para, entre asociación, pase, desmarque y asistencia, despejar cualquier tipo de duda con respecto a su importancia en el once. El galés, regocijándose en su nuevo rol, abrió la lata con un testarazo a los dos minutos del arranque del partido y sentenció, al final del mismo, con un zurdazo a la red desde fuera del área logrando así el estimable doblete en su cuenta goleadora.
Mención especial merece Keylor Navas. Atajada felina en un comienzo y penalti parado para redondear su excelso partido. Tal fue la exhibición, que el público del Bernabéu reconoció su partido con una ovación cerrada y su nombre elevado a coro. Borradas de un plumazo los conatos de portada, esfumándose discursos de pólvora mojada, debates en torno a la portería y críticas a Bale, los focos vuelen a Cristiano. El portugués, pese a intentarlo con insistencia durante los noventa minutos, no tuvo fortuna de cara a gol, suficiente circunstancia para ser el nuevo producto de la máquina generadora de problemas, porque, como ya se sabe, el Madrid nunca goza de salud. La fábula no fue entendida.