Gracias, Iker

Se retira el mejor portero de la historia del fútbol. Un símbolo de compañerismo, lealtad a un escudo, amor por los colores, humildad, pasión, trabajo duro, y sobre todo mucho madridismo. Iker Casillas deja nuestro deporte favorito y ha quedado bien claro que su legado permanecerá intacto durante muchísimos años en el mundo del fútbol. Paradas imposibles, acciones absolutamente decisivas para la consecución de títulos, y esa sensación de tener un capitán que se va a dormir fastidiado cuando el equipo no da la talla. Que sabe lo que significa vestir la camiseta del Real Madrid. Que conoce a la perfección la presión que se debe soportar bajo los palos de las metas del Bernabéu. Que entiende la magnitud de este club. 

Se retira un grande, por mucho que algunos quisieran sepultarle hace ya unos cuantos años y acabara saliendo por la puerta de atrás. El tiempo todo lo cura y su relación con el presidente parece mejor que nunca. Iker es y será siempre de los nuestros, y tendremos la suerte de contarle a nuestros nietos que tuvimos la oportunidad de ver al mejor en su puesto que jamás habrá. Gracias por tu fútbol Iker, y ahora tocará seguir defendiendo el madridismo desde los despachos.