Comienza la operación más importante de la última década
Campana y se acabó. Ayer se oficializó lo que parecía un secreto a voces por parte de aquellos con algo de conocimiento sobre el Fair-Play Financiero de LaLiga. Mientras que la mayoría de prensa comentaba que Leo y Jorge Messi, padre y representante del argentino, viajaban a Barcelona para firmar de una vez por todas el acuerdo con el conjunto blaugrana, Laporta recibía un mazazo tremendo por parte de Javier Tebas. LaLiga no iba a dar su brazo a torcer para que el argentino continuase en el FC Barcelona. Las normas son las que son y hay que cumplirlas. El presidente del organismo del fútbol español si que facilitó la renovación de Messi, pero lo hizo a través de un acuerdo que vendía el 10% de los ingresos de todos los clubes de Primera y Segunda División. Tanto Barça como Real Madrid han mostrado su absoluto rechazo a este proyecto.
Y nos fuimos a París
Todas las miradas apuntan a París. Allí se encuentra Al-Khelaifi, el cual no ha escondido en ningún momento sus intenciones de fichar a Leo Messi si no renovaba con el FC Barcelona. El Manchester City ya ha hecho el dispendio económico de todos los veranos, por lo que la posibilidad de que el argentino vuelva a jugar bajo las órdenes de Guardiola es prácticamente inexistente. En esas aparece el PSG. Quieren a Messi y harán todo lo posible para ficharle, pero saben de sobra que tendrán que deshacerse de Kylian Mbappé.
Con el Mundial de Qatar en el horizonte el refuerzo de Messi puede ser un punto de inflexión. Les acercará a su ansiada Champions League y limpiarán aún más la imagen de un país en el que los Derechos Humanos no están a la orden del día. La intención es contar tanto con Mbappé como con el argentino, pero la Ligue 1 sabe de los problemas económicos del PSG y no tragarán por mucho Estado que tengan detrás.
Florentino espera la llamada del dueño del club parisino para acometer el fichaje más esperado por los madridistas.
Tic, tac, tic, tac...
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