Crecer es aprender a despedirse
Ahora que se habla mucho de Pau Torres como un hipotético fichaje de última hora del Real Madrid en este mes de agosto me retumban aún más en la cabeza las salidas de Sergio Ramos y de Raphael Varane. Esta sensación crece al ver que dos de nuestros campeonísimos del baloncesto español, Pau Gasol y Marc Gasol, se retiran de la Selección Española.
El paso del tiempo es inexorable y ante esto nada ni nadie puede hacer nada. En 2005 llegaba Sergio Ramos a cambio de 27 millones de euros, una auténtica salvajada para muchos en aquella época, pero a la vista está que, junto con el de Cristiano Ronaldo, Kroos y Benzema, es uno de los mejores fichajes en la historia del Real Madrid. Capitán incluso sin el brazalete y líder tanto dentro como fuera del terreno de juego. Es incomparable. Varane llegó hace una década sin hacer mucho ruido. Muchos pensaron que duraría solo dos o tres temporadas, pero amigo, en sus dos primeras campañas dejó claro que había central para rato. Ahora pone rumbo al Manchester United a cambio de 50 millones de euros tras ganar absolutamente todo con el Real Madrid. Suerte, Ramos. Merçi, Rapha.
El pasado no se olvida pero el futuro deslumbra
¿Se imaginan qué podemos decir de Militao, Nacho y Alaba en 10 años? Muchos madridistas se echan las manos a la cabeza al ver como la pareja de centrales titulares se han marchado este mismo verano, pero pocos se dan cuenta de que el futuro está asegurado. Quizá no sean tan contundentes como sus predecesores, pero experiencia y calidad tienen de sobra para triunfar en el Real Madrid como ya demostraron los dos primeros en el último tercio de la temporada pasada. A veces, aunque sea doloroso, hay que dejar partir aquello a lo que quieres para seguir creciendo.