Examen aprobado con nota
El Real Madrid ponía a prueba este sábado su trabajo durante la pretemporada y exponía su carta de presentación para esta nueva campaña en un campo siempre complicado como es San Mamés. Una tarea difícil en medio de los rumores sobre Mbappé; de las dudas en torno a la portería tras la lesión de Courtois; y el debate sobre si el club tiene suficiente dinamita arriba como para competir por todos los títulos este año. La presión era grande, pero el equipo la resolvió con una gran actuación, sólida y solvente, frente al Athletic.
Rodrygo demostró que, aunque no estuvo muy brillante, sino más bien a ratos desaparecido, tiene gol y que esta temporada puede mejorar sus cifras goleadoras con facilidad. Bellingham dejó claro que, como dijo Ancelotti, es un fuera de serie y que puede aportar bastantes goles, convirtiéndose en una importante baza ofensiva. Vinicius, aunque algo fallón, se mostró tan peligroso como de costumbre. Y la defensa hizo ver que, con concentración y compromiso, puede ser un muro infranqueable.
No es plan de echar las campanas al vuelo, eso es cierto, pero las primeras sensaciones son muy positivas. Seguro que más de uno estaba esperando un pinchazo para que el club acelerase la llegada de Mbappé o para que iniciase algún tipo de trámite urgente. Sin embargo, el Real Madrid pasó con nota el primer examen de la temporada. Y no un examen cualquiera; un examen en la catedral. Este equipo tiene potencial.
Y por cierto, menudo fichaje hemos hecho con Bellingham. ¡Qué barbaro!