Goleada balsámica en Vitoria
El de Mendizorroza no era un partido nada cómodo ni fácil para el Real Madrid. Los blancos visitaban a un Alavés de celebración, por sus 100 años de historia, tras el batacazo tremendo y apoteósico en Alcoy. La respuesta debía ser contundente para calmar las aguas de un madridismo embravecido y furioso tras las eliminaciones de la Supercopa y de la Copa del Rey. No valían medias tintas y ni mucho menos otro pinchazo, pero los de David Bettoni, porque Zidane no pudo acudir al encuentro por su positivo en coronavirus, respondieron a las mil maravillas con una goleada balsámica en Vitoria.
Si bien es cierto que el conjunto vasco fue un rival propicio para el Madrid, de esos que no se encierran atrás y ofrecen más espacios, la actuación grupal del equipo madridista fue muy notable. Empezando por un Karim Benzema que marcó dos golazos descomunales. Tres partidos llevaba sin marcar en liga y ayer se reivindicó con toda una exhibición. Asimismo, Toni Kroos estuvo impecable. Llevó la manija del encuentro, robó balones y repartió dos asistencias. Intervención memorable. Además, por fin pudimos ver a un buen Eden Hazard. O al menos resolutivo. El belga marcó y asistió, recuperando buenas sensaciones y animando a una afición que espera más regularidad. Pero bueno, estuvo muy bien y mostró el camino a seguir. Lucas Vázquez estuvo como siempre, incansable, y la defensa únicamente erró en el gol del Alavés, con algunos fallos en la marca, porque en general estuvo implacable.
En definitiva, el Real Madrid respondió a la perfección y de forma contundente a la debacle frente al Alcoyano. El madridismo libera algo de tensión, pero espera que su equipo consiga esa regularidad que permite optar a los títulos. Sin duda, la goleada en Mendizorroza cortó la hemorragia con la que salió el conjunto madridista de El Collao, pero ahora toca seguir curando la herida con más partidos como el de ayer y evitar que vuelva abrirse con nuevos pinchazos.