La 'doble V' puede hacer feliz al Real Madrid

Se espera un verano intenso en los despachos de Valdebebas
19.02.2021 21:30 de  Diego Fuentes  Twitter:    ver lecturas
Kylian Mbappé, PSG
Bernabeudigital.com
Kylian Mbappé, PSG
© foto de Getty/Uefa/Image Sport

El Real Madrid quiere volver a mover ficha. Después de un verano autárquico en 2020 y de firmar varios balones pinchados en su predecesor, los blancos quieren regresar al mercado por todo lo alto, siendo los grandes animadores de la brisa estival como en los viejos tiempos. En la cabeza del club se dibuja el boceto de una revolución urgente que la afición espera que sea croquis. La hoja de ruta marca varias ventas de renombre y un lavado de cara en distintas posiciones con el denominador común de Haaland o Mbappé, los grandes reclamos. 

La situación de ambos talentos llamados a liderar el fútbol mundial en los próximos años es totalmente contraria. En el caso del noruego, la podredumbre económica que lastra al Dortmund haría mucho más accesible su contratación, máxime si 'las abejas' faltan en la próxima edición de la Champions, nada descabellado a día de hoy. Por el contrario, a Mbappé le cubre una nube de oro del grifo de un club-Estado amenazante, más boyante en lo monetario y capaz de llevar la situación al extremo con tal de que el estelar galo estampe su firma. En el Real Madrid ven más que complicado su mayor anhelo, pero hay varios caramelos que pueden hipnotizar al PSG.

Por un lado, su extendido deseo de fichar a Messi, una baza con la que el Madrid puede jugar a favor. El '10' recalaría en el vestuario parisino con estatus de número uno y tantos gallos no caben en un mismo gallinero. Aunque en un mercado inflado el Real no podrá llenar el carro con todos los objetivos de la lista de la compra, el recurso de incluir jugadores en la operación por Mbappé acarrearía un doble beneficio: el Real Madrid se desprendería de activos que no considera intransferibles y abarataría la cuantía económica a abonar. En esas, y si nada ha cambiado, Varane y Vinícius son de los favoritos en París. El central es un estandarte nacional en el país vecino y no se descarta su salida de la capital española luego de una década de blanco, mientras que el brasileño también es un viejo antojo en la 'Ciudad del Amor'. Ya preguntaron por él y aunque se llevaron calabazas, ahora los merengues están dispuestos a torcer el brazo porque el carioca sigue con el motor gripado en tres años de blanco.