La FIFA nos ha privado del espectáculo
El Mundial de fútbol es una de las cosas que más ilusión hace a los aficionados al fútbol y también a los futbolistas que se ven con posibilidades de poder disputar el campeonato más importante a nivel de selecciones. Es un momento de unión dentro de un mismo país en el que una vez acaba la temporada de clubes, arranca una competición muy bonita que, además, es especial por disputarse cada cuatro años.
Sin embargo, el hecho de que este año se juegue en invierno ha trastocado absolutamente todos los planes para los clubes. En medio de la temporada y con todo por disputar y por jugarse lo único que podía pasar era que se viviese lo que muchos están empezando a criticar ya, la falta de rendimiento.
LOS JUGADORES MIRAN AL MUNDIAL
El gran problema que se ha visto es que los futbolistas no tienen un atisbo de interés de esforzarse al máximo en este primer tramo de temporada, sabedores que el pescado se empieza a vender a partir de la mitad del curso. Eso en otras temporadas no pasaba, pero en esta se está viendo un nivel más bajo de lo normal y lo estamos viendo en nuestro propio equipo, el Real Madrid.
El otro día Benzema estaba bien, los médicos lo dijeron, Ancelotti lo confirmó y aun así el francés no quería arriesgar porque no sabía cómo iba a llegar. No le culpo, faltan tres semanas para jugar el que posiblemente sea la última Copa del Mundo. Modric también está descansando de más. Por si fuera poco, cuando juegan, se ve que no están tan entonados como antaño. Pero no es un único problema del Real Madrid.
UN ÚNICO CULPABLE
El club es el que paga y todos se deben a los suyos, pero no les puedes quitar la emoción de poder disfrutar de un Mundial, que se disputa cada cuatro años y en el que muchos pueden perder el tren de jugarlo. Ahora los jugadores van con pies de plomo porque no quieren lesionarse, ergo no van a jugar cada balón como si fuera el último y es algo normal. Con esto hay que mirar hacia otro lado, concretamente hacia el organismo que nos ha privado del más alto nivel estas últimas semanas porque todos miran de reojo la celebración de un Mundial en una fecha completamente atípica.