La Supercopa, última puesta a punto para el tramo decisivo
El Real Madrid se juega muchas cosas esta semana en Málaga y Córdoba. El conjunto blanco disputará su primer partido ante el Athletic el jueves y se encontrará a un equipo renovado, de la mano de un ilusionado Marcelino, y que a buen seguro pondrá las cosas muy complicadas a los de Zidane. La Supercopa supone desde hace un año un torneo diferente, una final four que le da más emoción a una competición que tradicionalmente ha sido protagonizado únicamente por Madrid y Barcelona, y que este año está más abierto que nunca. La temporada pasada la victoria ante el Atlético en la final, a penaltis, supuso una enorme inyección de moral de cara a lo que restaba de curso. Un torneo que se disputa a mediados de enero, justo en vísperas de uno de los meses más decisivos del año; el de febrero.
Será el momento donde LaLiga comience a definirse y la Champions introduzca sus primeros duelos a vida o muerte. La Supercopa debe servir al Real Madrid como puesta a punto y hacerle recuperar el gen ganador que sale a relucir cada vez que se disputa algún título. Los empates ante Elche y Osasuna han devuelto las dudas a la Casa Blanca y nunca hay nada mejor que ganar un campeonato para recuperar la moral necesaria de cara al resto de temporada.