Lo de los árbitros clama al cielo
Ayer en el partido frente al Girona se perpetró un atraco arbitral contra el Real Madrid, pero vayamos por partes. La primera jugada polémica es el penalti de Marco Asensio. Vaya por delante que el balear falla estrepitosamente apartando la vista del balón, como si le diera miedo. Pero eso no es excusa para que desde el VAR llamen a Melero López para que revise la jugada. En la repetición se ve claramente cómo el esférico toca en el pecho del jugador madridista antes de darle en el brazo. Viene de rebote y Asensio no saca ninguna ventaja en esa acción, pero el colegiado decidió señalar la pena máxima. Ni siquiera tras el partido se ponían de acuerdo exárbitros como Iturralde González (para quien sí es penalti) y Pérez Burrul y Andújar Oliver (para quienes no debía haberse pitado penalti). Así es muy difícil, si el propio colectivo arbitral no sabe cuándo es mano o no.
La segunda polémica llegó con el gol mal anulado a Rodrygo. En ningún momento Gazzaniga tiene el control del balón. No lo tiene atrapado, sino que se limita a rodar el esférico para, posteriormente, hacerse con él. Pero el brasileño está listo y mete la puntera justo cuando el balón está en tierra de nadie. ¿Qué hizo Melero López? Anularlo porque le dio la gana. Y qué casualidad, justamente en esta jugada no recibió la llamada desde la sala VAR para acudir al monitor y revisar la jugada.
La última llegó con la expulsión de Toni Kroos. Fue, posiblemente, el único acierto en todo el partido de Melero López. Las dos cartulinas amarillas que vio el centrocampista del Real Madrid están bien sacadas. Poco que criticar aquí.
El balance sale claramente en contra del Real Madrid, que debió haber conseguido los tres puntos y solo cosechó uno por culpa de otra pésima actuación arbitral. Casualmente el día anterior, el Barcelona fue claramente beneficiado en Mestalla. Se nota que interesa ahí arriba que haya una Liga disputada. Lo más gracioso es que no habrá castigo alguno para Melero López, pero seguramente sí lo haya para Carlo Ancelotti por decir una verdad como un templo: que el penalti de Asensio se lo inventaron. Y es que, desgraciadamente, el colectivo arbitral es intocable.