Lo hemos normalizado, pero qué maldita barbaridad

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Jude Bellingham, 20 años. Eduardo Camavinga, 21 años. Aurelien Tchouaméni, 24 años. Federico Valverde, 25 años. Brahim Díaz, 24 años. Arda Güler, 19 años. Vinicius, 23 años. Rodrygo Goes, 22 años. Y a todos estos pueden unirse Leny Yoro (18) y Alphonso Davies (23)... Y Kylian Mbappé (25). Puede que hayamos normalizado que el Real Madrid haya confeccionado una plantilla que es sinónimo de éxitos asegurados durante la próxima década del centro del campo para delante, pero esto no deja de ser una absoluta barbaridad. Futbolistas todos ellos de enorme futuro, pero también de presente brillante. 

Porque sí, el Real Madrid quizá debió acudir al mercado de invierno para fichar un central. Pero a Florentino Pérez se le puede reprochar muy, muy poco en lo que se refiere a la planificación del futuro. Esa transición tan temida hace unos años no ha podido ser más dulce. Se han ido Cristiano, Sergio Ramos, Marcelo, Bale, Benzema y pronto llegará el momento de Luka Modric y quizá de Toni Kroos. Y, aún con todo, la sensación es que el futuro está más que asegurado. Lo hemos normalizado, pero piénsenlo fríamente y se darán cuenta del tremendo mérito que esto supone. 

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autor

Javier Rubiano

Doble grado de Periodismo y Lengua y Literatura. Anteriormente cronista de Deporte y Ocio cubriendo LaLiga y LaLigaSmartbank.

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