Papelón Bale
Como era de esperar, tampoco está siendo el destino adecuado para Gareth Bale. ¿Quería Reino Unido, con el Tottenham, su club de corazón, para volver a ser el que fue? Ahí lo tienes. Llegó como estrella, con altas espectativas e incluso pensando que iba a volver a ser el delantero temido que fue. Pero para colmo Bale llegó a Londres como se marchó del Real Madrid en sus últimos años: lesionado. Hay que reconocer que empezar así en un equipo es muy complicado –que se lo digan a Eden Hazard–. Los meses han pasado y tampoco se ha visto a un Bale que destacara demasiado, por lo que deja entrever que en el Tottenham no están muy contentos con él.
Los rumores apuntan a que volverá al terminar la temporara. Ni opción de compra ni gaitas. El galés volverá a Chamartín, un lugar donde no le quieren ver ni en pintura y donde él tampoco está cómodo. Pero le queda un año de contrato, con mucho dinero por delante y que será complicado que rechace a ganar, como se ha visto ya en el pasado. Mourinho, rueda de prensa, dejó un halo de esperanza y dio un voto de confianza al jugador, que no suele acogerse a ello, dicho sea de paso.
El principal problema de que vuelva Bale será su salario. Un jugador amortizado, que no va a dar más de sí y que ocupa una ficha, tiene como consecuencia que no se puedan acometer los fichajes deseados, como es el de Erling Haaland. Por todo ello, más le vale a Bale triunfar en lo que le queda de cesión en el Tottenham, por el bien del equipo y de él mismo.