¿Qué necesidad había, Carlo?
Con la Liga prácticamente perdida, con el partido controlado desde el inicio de la segunda parte gracias al 2-0 de Militao y con partidos cada tres días hasta finales de mayo. Pues ni por esas Ancelotti dosificó esfuerzos. La primera sustitución ante el Celta llegó en el 75' y fue solo una: Lucas Vázquez por Asensio. El balear, que no es titular indiscutible. Después, en el 80', llegó un doble cambio: Modric y Rodrygo por Vinicius y Ceballos... Y ya no hubo más. Ni siquiera agotó los cinco cambios.
Ancelotti ayer decidió dar otros 90 minutos a un Karim Benzema que ya venía de jugar todo en un encuentro intrascendente en Cádiz y de salir entre algodones de Stamford Bridge. Al francés se le vio ayer apagado y errático, pero ni por esas el técnico italiano decidió darle descanso. Militao es otro de los que se comió todo el partido ante el Celta pese a que Vallejo estuvo calentando durante toda la segunda parte. Lo mismo para Camavinga o Fede Valverde, dos futbolistas imprescindibles ahora mismo.
Y no me malinterpreten, adoro a don Carlo Ancelotti. Es historia viva del Real Madrid. Pero, francamente, decisiones como las de ayer son difíciles de entender.