Una Liga indefendible
Después de la debacle contra el Girona, escribí en esta misma web sobre lo peligrosamente habitual que se nos había hecho ver partidos soporíferos del Real Madrid. Encuentros que no les apetecía jugar a los futbolistas. Desde luego ayer se reflejó especialmente en un Militao que se llevó un palo, y de los gordos, de Carlo Ancelotti en sala de prensa: "Tiene que despertar pronto", señaló el italiano. Podría hablar de la actuación arbitral de Pulido Santana, pero ya llueve sobre mojado en estos temas. El Real Madrid, y sobre todo sus aficionados, saben desde hace tiempo que para ganar una Liga tienen que luchar también contra fuerzas externas.
Pero hay que mirar más allá. La temporada de los blancos ha sido paupérrima en lo que se refiere a la competición doméstica. Apenas 21 victorias en 33 jornadas y 32 goles encajados, prácticamente uno por partido. A cinco jornadas del final, el Real Madrid está más cerca del cuarto puesto (+7 puntos) que del líder (-14). Los de Ancelotti no han sido rival en Liga para un FC Barcelona que ha vuelto a hacer el ridículo en Europa (y por partida doble) y que, en los enfrentamientos directos, no ha demostrado ser mejor que los madridistas. Como prueba, la última eliminatoria de Copa del Rey.
Esta dejadez en Liga es totalmente inadmisible en un club como el Real Madrid, que por cierto, no gana dos títulos ligueros consecutivos desde que lo hiciera en 2007 y 2008 con Capello y Schuster, respectivamente. Y ahora se podrá ganar la Copa y la Champions (ojalá), pero eso no borrará el despropósito del día a día.