Zidane y el Real Madrid no sólo están obligados a ganar los dos partidos de esta semana

Bernabeudigital.com

Semana marcada en rojo fuego en el calendario del Real Madrid. Los blancos se juegan la temporada en dos partidos en los que, por los devaneos del pasado, se ven forzados a dar lo mejor de sí. Todo lo que no sea sacar dos victorias y sumar de a tres en Champions y LaLiga complicará y mucho el panorama en el torneo en cuestión. Si algo ha demostrado este Real es que tiene que verse contra las cuerdas para sacar su mejor versión. Si bien eso demuestra que la presión no es un hábitat que encoja a este Madrid, a la vez es un grave problema.

Este equipo, acostumbrado a ganarlo todo y sin renovar el vestuario, también ha demostrado inapetencia cuando las pachangas no son de enjundia ni paralizan al mundo frente al televisor. Este sábado, Zidane negó en rueda de prensa que sus jugadores elijan los partidos en los que rendir, y achacó los vaivenes a la cantidad de duelos en disputa. Sin embargo, las derrotas ante Cádiz, Shakhtar y Alavés, por solo poner varios ejemplos, dejan en evidencia a entrenador y vestuario. Por la misma lógica, el resultado de la pasada 'miniliga' no habría sido prácticamente inmaculado, cuando los merengues tenían que jugar prácticamente cada tres días para acabar la temporada en tiempo récord. La realidad es que si Zidane y el Real Madrid ganan a Borussia Mönchengladbach y Atlético de Madrid, tan solo ganarán tiempo, pero este escuadrón también está obligado a ganar en actitud y compromiso en días no tan mediáticos. De lo contrario, echarán a perder las actuaciones en los encuentros de pólvora, y ni mucho menos estarán en condiciones de disputar todos los títulos. Todos los partidos valen lo mismo, independientemente de que el rival sea más o menos apetitoso.