Keylor es mi portero
Borremos de una vez aquel fatídico 31 de agosto. No pensemos en el futuro y disfrutemos del presente y de un gran portero que es Keylor Navas. El costarricense mostró en COPE y SER su cara más profesional y madridista. Ya no importa el pasado, solo la oportunidad que tiene el guardameta por delante para hacerse el dueño de la portería blanca. Tras unos años convulsos, el Santiago Bernabéu vuelve a confiar. Keylor ha puesto, por méritos propios, el fin a un debate interminable y guerracivilista.
Hay jugadores que nacen con estrella, que están en el lugar idóneo en el momento oportuno. El azar y esos detalles incontrolables sobre el futuro marcan la carrera de cualquier futbolista. Pasó con Casillas en 2002 cuando estaba más fuera que dentro antes de aquella final de Champions League ante el Bayer Leverkusen. La lesión de César y sus posteriores paradas cambiaron el escenario y la situación del de Móstoles. Y ha vuelto a suceder 13 años después con Keylor Navas. El internacional tico, tras una temporada defenestrado por Ancelotti, se ha encontrado con el sueño de su vida gracias a unos papeles que llegaron un minuto tarde. La flor merecida, un milagro divino para un trabajador incansable y silencioso.
De Gea era el elegido desde hace más de un año para suceder a Casillas. Keylor Navas llegó al Real Madrid en 2014 conociendo esta decisión, pero con la convicción de poder luchar por el puesto. El miedo de Ancelotti impidió, al tico y a los madridistas, que la pasada campaña se viera al portero más en forma sobre el césped. El costarricense aguantó y siguió confiando, aunque el compromiso con De Gea seguía amenazando su futuro. Finalmente, el último día de mercado decidió aceptar la oferta del Manchester United y doblar su sueldo. A las 23:30 de aquella jornada era un hombre feliz, pero más lo es en la actualidad con el Bernabéu rendido a sus pies y con '1' a la espalda ganado a base de esfuerzo y terquedad.
La temporada 2015/2016 apunta a ser la campaña de Keylor Navas. Se merece ser el portero de la Undécima. Un hombre humilde cumpliendo su sueño de niñez, con aquello que imaginaba cuando apenas le cabía el balón entre las manos. Es su momento. Keylor ya es el portero de todos los madridistas.