La "bomba" de Zidane era un portero suplente

04.09.2019 10:13 de  Diego Fuentes  Twitter:    ver lecturas
La "bomba" de Zidane era un portero suplente
Bernabeudigital.com
© foto de Antonello Sammarco/Image Sport

El pasado lunes tocó a su fin un nuevo mercado de fichajes. En lo que respecta al Real Madrid, muchas especulaciones y rumores y poco movimiento desde que el pasado mes de junio el club blanco se atolondrase en la destreza de los despachos que tan bien ha gestionado históricamente. En los últimos rescoldos de la ventana de transferencias muchos esperaban uno...o dos golpes encima de la mesa por parte del Madrid. Todo ello sin contar con el intercambio Keylor-Areola, ya anunciado desde la semana anterior y que desangraba a los amantes al fútbol por el adiós de un portero tan histórico como infravalorado. Por Chamartín siempre han sido muy pirotécnicos en el ocaso de fichajes, pero ni que desde hace años esta práctica quedase oxidada, ni las palabras de Zidane ni el arranque liguero provocaron reacción. Hay confianza ciega en los que hay.

Zidane anunció una tensa espera, pero una vez más concedió una esperanza al madridismo sin ninguna operación encaminada. Como si quisiera ganar tiempo, o quien sabe si volver a meterse a la afición en el bolsillo, el remedio fue peor que la enfermedad. El técnico francés se aventuró a lanzar un órdago en la rueda de prensa previa al choque en Villarreal. Aún había tiempo para "una...o dos bombas" decía, antes de que el reloj marcase las 00:00h. del 3 de septiembre, pero nada sucedió. La única noticia blanca estuvo en la portería, y ni en las últimas horas el Madrid se remangó para ilusionar con una revolución anunciada que nunca llegó. El núcleo duro, las vacas sagradas, los pesos pesados o como se les quiera llamar seguirán de blanco un año más después de topetazos imperdonables. Ni tan siquiera sendos traspiés ligueros ante Valladolid y Villarreal tras un brillante arranque en Vigo alimentaron movimiento en Concha Espina. El club indulta a un grupo que más que hambre voraz demostró saciedad. El Madrid tendrá que dar de lado la procastinación para pugnar por títulos ante rivales cohesionados y muy bien reforzados tanto a nivel nacional como internacional. Tienen trabajo.