La Copa ACB: día 1

07.02.2014 00:00 de  Jorge Calabrés   ver lecturas

El Real Madrid se estrenó en la Copa del Rey de Málaga con una apabullante victoria contra el Herbalife Gran Canaria. Los blancos no sintieron los nervios del debut y pasaron por encima de un diezmado conjunto amarillo que no pudo contar con Xavi Rey y solo a medias con Albert Oliver. Tampoco pesó a los de Laso el claro papel de favorito con el que han llegado a la Costa del Sol. Este Madrid ni siente ni padece, solo atropella rivales uno detrás de otro.

En el primer partido de la Copa tuvieron minutos los 12 jugadores madridistas. Una plantilla amplia y compensada en la que raramente algún hombre tiene más de 20 minutos en un encuentro. Como destacó Rudy Fernández ante los medios,  "cualquier jugador del Real Madrid puede ser MVP". No le falta razón al internacional español, pero para no parecer exagerado, Pablo Laso tiene en sus filas a siete serios candidatos al premio de mejor jugador de la Copa. Los Llull, Rodríguez, Rudy, Carroll, Mirotic, Felipe y Bourousis son más que meros aspirtantes a recibir el galardón en caso de que el Real Madrid se haga con el título. Aunque la mejor noticia para la afición madridista es que tanto Carroll como Mirotic están completamente recuperados de sus molestias físicas. Laso recalcó en rueda de prensa que necesita "a todos los jugadores preparados para jugar". Con tres partidos en cuatro días como camino para llevar la Copa a Madrid, se antoja como indispensable que la rotación al completo funcione, algo que el técnico vitoriano tiene más que ensayado a lo largo de la temporada.

El titular: Mirotic se queda

Nikola Mirotic dejó el gran titular de la jornada. El hispano-montenegrino afirmó en rueda de prensa que se queda en el Real Madrid y que quiere cumplir su contrato con el club blanco. Son muchas las veces que el ala-pívot ha demostrado su compromiso y, sobre todo, su madridismo. Por eso no habría que descartar que Mirotic cumpla su palabra y esta no sea su última Copa del Rey antes de dar el salto a la NBA. Algunos medios de comunicación habían 'informado' durante la semana de que 'Niko' abandonaría el Real Madrid después de la Copa del Rey. Otros por su parte, que ya estaba decidido que jugaría en los Chicago Bulls la próxima temporada. De momento, ni una cosa ni la otra, en la cabeza de Mirotic hay vikingos y no toros. Y cuando acabe el curso, Dios dirá.

La sorpresa: CAI Zaragoza

El CAI Zaragoza ya es oficialmente la sorpresa de la Copa del Rey, a la espera de lo que pueda hacer el Iberostar Tenerife ante el Barcelona. Los maños se enfrentarán en la semifinal al Real Madrid tras dejar en la cuneta al anfitrión. La pareja georgiana formada por Sanikadze y Shermadini guió al equipo de José Luis Abós y dejó en la más completa oscuridad a la ciudad de Málaga, que ahora tendrá que convivir con el fervor de la competición y el dolor de ver a Unicaja eliminado a las primeras de cambio.

El palo: Unicaja

Fracaso estrepitoso de Unicaja. Los de Plaza no cumplieron con las expectativas y dejan huérfana a la Copa. Todos los pronósticos señalaban que los malagueños se enfrentarían al Real Madrid en la primera semifinal del sábado. Sin embargo, esto es la Copa y aquí nada está escrito. Especialmente desacertado estuvo Joan Plaza en la sala de prensa al dejar caer algún que otro palo a Kuzminskas por su defensa, a pesar de que el lituano dio la cara en ataque y anotó 18 puntos. El técnico catalan no reconoció tampoco en público el fracaso por la eliminación, aunque la afición malagueña seguramente tenga un punto de vista muy distinto.

El tiro libre adicional: Tavares

A sus 21 años Walter Tavares logró 31 de valoración en un partido de Copa del Rey y ante todo un Real Madrid. El pívot se convirtió en el jefe del Herbalife Gran Canaria y tiró del carro amarillo a pesar de la clara superioridad blanca en el marcador. El de Cabo Verde, con sus 16 puntos y 12 rebotes, presenta sus credenciales para ser uno de los grandes protagonistas en futuras ediciones de la Copa. El jugador de 2,20 metros dejó su mejor carta de presentación ante las miradas de los grandes equipos del baloncesto español.