La decisión de Casillas

22.05.2015 12:59 de  Ángela Castañeda   ver lecturas
La decisión de Casillas
© foto de Ángela Castañeda

El futuro de Casillas trae de cabeza al madridismo. A sus seguidores más fieles y a aquellos a los que el comportamiento del portero ha desencantado hasta el  límite de decir: "Casillas no se irá hasta que nos quite todo lo que nos ha dado". Un gris final para el que otrora fue ídolo y que ahora es una simple sombra de lo que en su día fue.

¿Se irá o no se irá? El nombre de Casillas está llamado a protagonizar el culebrón del verano y las apuestas y opiniones no se han hecho esperar. Unos dicen que no tiene ofertas, que el Arsenal suspira por hacerse con sus servicios o, incluso, el United le ve como el sustituto de De Gea. Otros, por el contrario, apuestan por la continuidad de Iker en el Real Madrid y es que los 14 millones que deberían pagarle los blancos a Casillas es el principal escollo para su salida. Bueno, eso y que ninguno quiere dar el primer paso para el esperado adiós. El Madrid se niega a la caza de brujas que se producirá si son ellos quienes invitan a salir al portero, y Casillas quiere continuar con su imagen de niño bueno y fiel al Madrid, aunque no pase por su cabeza perdonar ni un céntimo al que dice que es el club de sus vida.

Casillas no perdona como lo hizo en su día Zidane o como es muy probable que lo haga Xavi en el Barcelona.  Muy lejos queda el año que jugó gratis Etxeberria en el Athletic. Distintos comportamientos, distintas formas de ser, distinto sentimientos.

No voy a hacer un juicio moral de si Iker debería perdonar o no lo que le resta de contrato. Pero sí debería, por el bien del Madrid que al fin y al cabo es lo que nos une a todos, echar la vista atrás y hacer autocrítica, porque sí nos dio mucho, pero eso es pasado. Hoy por hoy, la imagen de Casillas queda lejos de la de aquel héroe que lloró como un niño en la ‘Novena’. Todo eso quedó atrás, y lo mejor para él y para la afición es decir adiós antes de que su leyenda acabe pasando de legendaria a negra. Porque muchos ya no le perdonan su falta de liderazgo, su comportamiento con Mourinho, su indisciplina, el trato a compañeros o excompañeros como Arbeloa o Diego López. Iker ha pasado la línea, ha perdido la confianza de muchos y su redención en el Real Madrid está hoy muy lejos.