La defensa imposible del Real Madrid
Es algo sobrenatural, digno de un mal de ojo. El Real Madrid cerró el mercado veraniego con exceso de centrales: cinco, cuando lo normal en los últimos años en el conjunto blanco había sido cuatro integrantes para dicha demarcación. Sin embargo, ni con esas consigue el equipo madridista mantener al menos a cuatro de ellos sanos.
Con Huijsen y Alaba aún en la enfermería, Xabi Alonso quiso dar descanso ayer a Rüdiger. El internacional alemán había estado de baja casi tres meses y encadenó dos titularidades consecutivas nada más reaparecer, por lo que la decisión del tolosarra estaba más que justificada... Pero entonces, en el ecuador de la primera mitad, Eder Militao encendió todas las alarmas. El brasileño, que ya sufrió problemas físicos en el parón de selecciones de noviembre, volvió en Gerona, igual que el ex del Chelsea. Y ante el Celta, se marchó del campo en el 22' sin poder apoyar la pierna. Mal asunto. Se perderá los próximos tres o cuatro meses de competición, empezando por ese Real Madrid - Manchester City que estaba señalado en rojo en el calendario de todo el madridismo.
El caso es que ni con cinco centrales en plantilla consigue el Real Madrid juntar cuatro sanos. Como mucho, como muchísimo y en contadas ocasiones, tres centrales. Ayer, de hecho, tuvo que actuar ahí Carreras por segundo partido en poco tiempo (la anterior ocasión fue contra Olympiacos). Y si no, le tocará a Tchouaméni, como ya pasó la temporada pasada, cuando, por cierto, Rüdiger tuvo que jugarlo absolutamente todo ante la constantes ausencias por lesión del resto de sus compañeros de zaga.