La sinfónica de Concha Espina
Sí señores, sí. Carlo ha vuelto a dar con la tecla. Ha conseguido hacer olvidar a dos piezas fundamentales en el esquema del Madrid Campeón de Europa. Ha juntado a los que tratan el cuero con mimo, los directores de orquesta blancos. Isco, Kroos, Modric y James llevan la batuta de este equipo que no solo juega al toque, sino que también utiliza a la perfección el contragolpe. Gracias a estos hombres y, por supuesto, a Ancelotti se ha decretado el estado de euforia en Concha Espina.
Es cierto, queda mucho y no se ha hecho nada aún, pero este Madrid ilusiona y enamora. Domina todos los registros y ha mejorado considerablemente en defensa, además de hacer daño al rival a balón parado - curiosamente donde sufría el propio cuadro blanco en los albores de esta temporada-.
Los violinistas del Bernabéu se juntan y mueven al equipo a su antojo, pero cuando tienen que ponerse el mono de trabajo lo hacen, no se les caen los anillos. Kroos parece que lleva jugando toda la vida en el Madrid, la adaptación de James ha sido más que perfecta, Isco ha dado un golpe sobre la mesa y se implica como el que más en labores defensivas y Modric sigue en la línea del año pasado.
¿Y cuándo esté recuperado Bale? Pues si está al cien por cien jugará, porque es un jugador soberbio y le aporta verticalidad al Madrid. 'El Príncipe' ha demostrado que se implica en las labores defensivas y que sabe combinar con la sinfónica merengue. ¿Debe jugar por decreto? Evidentemente no, pero la temporada es muy larga y todos tendrán oportunidades. No sería ningún error introducir a Bale en esa línea de cuatro en el centro del campo.
Este Real Madrid levanta pasiones, pero no podemos caer en el error de comparar equipos como ya se está haciendo desde varios sectores de la prensa deportiva. Queda mucha temporada, pero pinta bien este nuevo equipo. Personalmente, me quito el sombrero por Ancelotti que, una vez más, ha demostrado que sabe lidiar con los problemas que se presentaron a principios de temporada con una naturalidad y tranquilidad dignas de admirar. Sigan por esta senda que, de ser así, enamorarán a los amantes de este bello deporte.