Lágrimas

16.01.2014 00:00 de  Real Esparta   ver lecturas

Han pasado 15 días de 2014 y mucho que contar sobre el Madrid de Carlo que parece ahogarse en la mediocridad de su juego, la falta de ideas, el no tener un estilo claro pero teniendo la cálida cobija del resultadismo para protegerse. En los cinco partidos jugados no se ha encajado un gol y cada partido se cuenta por victoria, para cualquier otra afición sería suficiente; para la histeria colectiva conocida como madridismo, no lo es.

Resulta poético que un entrenador que dedica 80 por ciento de su discurso al fútbol espectáculo dirija a un equipo que aburra tanto. Se entiende que todo proceso necesita su tiempo, pero ya van 8 meses y el único partido con intensidad que se ha visto ha sido el amistoso en Miami ante el Chelsea de Mourinho en pretemporada. Es una genialidad táctica; el verbo de Valdano -para las masas y la prensa-, el resultadismo de Mou y la afabilidad de Del Bosque. Ancelotti ofrece un 3 en 1 difícil de procesar.

La defensa parece coger forma teniendo en Pepe a su máximo exponente, parece coincidencia -pero no lo es- que los centrales espabilen justo cuando la recuperación de Varane entra en su fase final, aquello de la competencia que tanto se criticó en su momento hacia un puesto en particular parece que sí da resultados. Porterías a cero en los cuatro partidos oficiales, de las que sólo parecen contar las que hace uno de los dos porteros. Al final, y como se viene demostrando, las porterías a cero son más cuestión de defensa, que de porteros.

El highlight de la primera quincena del año ha sido, sin duda, el reconocimiento al trabajo, esfuerzo, dedicación y putoamismo general de Cristiano Ronaldo traducido en el Balón de Oro 2013. ¿Qué se premia? Nadie lo sabe, el criterio no es fijo, pero se lo dieron y alegra el alma ver a uno de los tuyos soltar lágrimas de verdadero desahogo, mostrándose magnánimo ante su gremio, con su hijo, su familia, su novia y hasta el presidente de su club llorando con él, viendo al chico feliz, como se lo merece, personal y profesionalmente. Un momento de felicidad pura al que hace más glorioso los mares de bilis arrojados hacia la figura del gladiador portugués y sus lágrimas de sangre en Zúrich.

El Madrí de Carlo se engancha a la Liga tras el doble KO que se dieron Atlético y Barcelona en el Calderón, la mesa está servida, parece que a Ancelotti le han puesto la Liga en bandeja de plata, como si de plato de pasta en el almuerzo se tratara y su labor es sólo la de devorar. El juego no se encuentra y resultaría irónico que sea la falta del tuercebotas Khedira el principal detonante de la poca fluidez del equipo madridista. Aunque nunca se sabe, quizá Carlo tenga planeado estos tostonazos por el resto de la temporada, que si da resultado y trae títulos ¿a quién le va a importar si se jugó feo o bonito?

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My way is my way y ya está