Las manos de la prensa, fuera del Madrid

A lo largo de la historia el Real Madrid ha sido un caramelo más que apetitoso para la prensa y sus gerifaltes, una especie de sueño húmedo con el que poder llenar sus ansias de poder y aumentar sus beneficios. En definitiva, mangonear sin poner un duro, como dirían los antiguos, y encima recaudar más para la causa. Una situación tan dantesca como real, que provoca que a ciertos pesonajes se les vuelvan las córneas del revés y aparezca el símbolo del euro con solo escuchar 'Real Madrid'.

Dice un proverbio latino que 'Quod natura non dat, Salmantica non praestat'. Pues con el Madrid pasa al contrario, lo que no te da la naturaleza -o tu esfuerzo y trabajo-, te lo puede prestar el equipo blanco. El club de Chamartín tiene ese aroma a frenesí, a deseo, que a todo el que se arrime vuelve más guapo, más listo..., y sobre todo, más rico. El Madrid te da estatus, una posición social en la élite y colma el ego del más pintado. Esa influencia no se ve, no se toca, es abstracta, pero todo el mundo la conoce y la siente.

Todo ello es lo que ha llevado a ciertos grupos de comunicación a tramar, con presidentes incluidos en el ajo, la conversión del Real Madrid C.F. en S.A.D. Ser el dueño del Madrid es el máximo grado de la opulencia y de la influencia, situación que por más que joda a alguno, no se dará de momento -y ojalá sea así eternamente-. El club blanco ya tiene dueños, sí, en plural, y estos son sus socios. Los mismos que cansados de ultrajes, campañas orquestadas contra entrenadores y mangoneos varios gritan: "Basta ya".

Florentino, vestido ahora como 'El último guerrero', no está dispuesto a pasar ni una. Una buena noticia para el madidismo que el presidente haya cogido al menos un parte del mensaje que muchos socios llevan meses lanzando a través de una asociación como Primavera Blanca. Gran trabajo el que está realizando y que ahora deben reforzar con más ilusión y ahínco.

Mientras, cierto periódico deportivo se ha quitado la careta para pasar al ataque del presidente y de todo el madridismo. ¿El objetivo? Recuperar el poder y la paguita que en forma de promociones recibía de la entidad madridista. Es un todo o nada, un órdago lanzado desde un medio de comunicación que anhela el olor a rancio de la época calderoniana y que no soporta la fragancia de marca de Florentino Pérez ni el perfume underground que invade las redes sociales.

No hay vuelta atrás. El Madrid tiene millones de soldados por todo el mundo que no permitirán que las presiones mediáticas intenten condicionar el futuro del club. Están preparados para la lucha y no pararán hasta ganar esta guerra. Las manos de la prensa, fuera del Madrid.

PD: Para los listos, conspiradores, palmeros y demás secuaces de la 'Prensa del Movimiento', decirles solo una cosa: nuestras manos, las primeras que están y siempre estarán fuera del Madrid.

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