Los chantajes al Real Madrid

Los chantajes al Real Madrid están a la orden del día en los últimos años. Mourinho, Bale o James no han sido más que daños colaterales de la guerra abierta que mantienen algunos con Florentino Pérez. El objetivo siempre ha sido el presidente, a pesar de que hayan intentado ocultar sus intenciones con máscara y alevosía. 

Las ventas de Di María y Özil también fueron utilizadas para atizar sin compasión al máximo mandatario. Al final quedaron retratados, pero montaron todo un funeral de Estado por la salida de dos jugadores que no querían estar en el Real Madrid y a los que solo les importaba el dinero. El tiempo puso a cada uno en su sitio. 

Tras fracasar buscaron nuevas vías y por el camino se encontraron este verano a Casillas y Sergio Ramos. Convertidos ya en abogados defensores de los dos capitanes del Real Madrid, intentaron sacar el máximo rédito de ello culpando directamente a la cúpula. Ahora, con Casillas convertido en mártir, quieren enfrentar a la afición y no dudarán en utilizar al guardameta en los próximos meses. El discurso ya está escrito e imprimido, ahora solo falta encontrar el momento y los altavoces adecuados. 

El fin es convencer al piperismo ilustrado. Utilizarán un vocabulario cuidado lleno de palabras rimbombantes pero de abstracto fondo. Quieren la cabeza de Florentino y no pararán hasta lograrla aunque para ello se tengan que llevar a todo el madridismo por delante. Lo de menos es el Real Madrid, el club solo es un canal para lograr poder e influencia. 

Florentino Pérez tendrá sus cosas buenas y malas, como todos, pero nadie puede dudar de que en la actualidad los socios mandan. Otros vivían mejor en épocas pasadas cuando entonces no les importaba un pepino la imagen del Real Madrid. Callaban con asambleas manipuladas incluso si votaban infiltrados. No hacían referencia al maldito señorío porque tenían lo que querían.  

Para la nueva temporada regalarán bolsas de pipas con manual de instrucciones de regalo. Tendrán nuevas cabezas de turco y señalarán al palco en cada error del nuevo portero, ya sea De Gea, Keylor Navas o Casilla. Todo para acabar con Florentino Pérez, todo para tener a otro más débil y manejable en el sillón. El madridismo debe decidir qué futuro quiere. Ser cómplices o luchar contra el asalto al Real Madrid.