Los cuatro jinetes del Apocalipsis
Según algunos medios de comunicación con importantes fuentes dentro del vestuario, los capitanes del equipo ejercieron como interlocutores principales en una reunión privada a la que solamente acudieron los miembros de la plantilla. En dicho cónclave, además de aclarar ciertas desavenencias, los portadores del brazalete exigieron a sus compañeros unidad, compromiso y profesionalidad. Habéis leído bien, los capitanes.
Esos mismos capitanes que por boca y pluma de otros, en el desenlace de la pasada temporada proclamaron a los cuatro vientos la extravagante decisión de aprovechar las hostilidades en las que se veían inmersos tanto el entrenador como el presidente para hacerse con el mando del vestuario, utilizando para ello un traicionero golpe de estado que posteriormente fue secundado por otros ilustres compañeros, siendo alguno de ellos debidamente premiado con el ascenso al pedestal de los elegidos.
Los mismos que hicieron famosa, nuevamente a través de sus mensajeros, la dichosa "autogestión" que aún hoy retumba en nuestras cabezas como un martillo neumático, y que tan lamentable resultado tuvo en un final de temporada deplorable a la par que grotesco.
Sí, los capitanes. Los que permiten que en la actualidad varios compañeros de vestuario sean diariamente insultados y vilipendiados por aquellos que ayer se hicieron eco de la reunión, los cuales, también se encargaron de explicar con pelos y señales todos los asuntos tratados en tan sagrado cotarro.
Lamentablemente el vestuario del Madrí no anda excesivamente sobrado de capacidad intelectual. Los jugadores que se salvan de esta afirmación se podrían contar con los dedos de una mano. Sus nombres enseguida se nos vienen a la cabeza, no es complicado. Ninguno de ellos, por desgracia, forma parte del cuarteto de oro. Así nos va.
Please enable JavaScript to view the comments powered by Disqus. comments powered by Disqus