Mitos, leyendas y verdades

Dianas dobles en el Real Madrid siempre ha habido. Karim Benzema fue una de ellas, e incluso yo mismo le critiqué durante mucho tiempo. Seguramente sea uno de los errores más grandes que he cometido a nivel futbolístico, aunque todos tenemos alguno de esos, y tampoco podemos decir que siempre acertamos, por no ser realista ni tampoco fiel al comportamiento humano. Es fácil criticar a quien no te gusta, pese a que con ello se demuestre una clara deficiencia en conocimiento de este deporte. Otra cosa es ensañarse con el diferente, haga lo que haga y sin reflexionar verdaderamente sobre si lo que uno dice es correcto o cercano a la realidad.

Vinicius y Fede Valverde son las dianas predilectas del madridismo general, aunque nadie sabe explicarme la razón. Acerca del brasileño, da igual que juegue bien, mal o regular, desde ciertos sectores de la afición van a pegarle pase lo que pase. Con otros se fue más benevolente, pese a reírse por completo de la que teóricamente es la entidad deportiva más grande de la historia, aunque ya no la sienta como mía. Sobre el uruguayo pasa tres cuatros de lo mismo. No importa que se haya reventado por el Real Madrid, o que haya completado tres temporadas a un nivel excepcional y otras dos muy buenas. Eso ya pasa a un segundo plano, se prefiere a otro tipo de jugador, por el motivo que sea, aunque seguramente ninguno sea razonable.

Hay que dejar claro que la meritocracia no existe, que la verdad cuesta digerirla y, en ocasiones, imposible de aceptar. Me quedaré tranquilo cuando ambos se marchen del Real Madrid, y no porque se les valorará en su justa medida, sino porque ya son leyendas del club blanco. Y porque el escudo jamás se sintió tan representado sobre un terreno de juego con su presencia. Dignos herederos de la historia que cargan en el dorsal de su espalda, el futuro les dará lo que en el presente tanto cuesta reivindicar como suyo.