Motivos para creer
El día después del Clásico el madridismo tiene motivos para confiar en este equipo. Una derrota nunca se celebra y es hasta difícil sacar conclusiones positivas, sin embargo la visita al Camp Nou significó el regreso de la mejor versión de los de Ancelotti. Ese equipo que enamoró en 2014 ha vuelto. Tras tres meses de agonía, la resurrección del Real Madrid llega en el momento clave de la temporada.
Incluso un cuestionado Ancelotti sale reforzado, al menos de momento. El italiano ganó la partida a Luis Enrique en la primera mitad, aunque los goles del Barcelona evidencian unos fallos tácticos, sobre todo de Sergio Ramos, que hay que corregir cuanto antes. Al final el de Reggiolo se la volverá a jugar contra el Atlético en Liga de Campeones, tal y como sucediera la pasada temporada. En aquella ocasión la cabeza de Ramos salvó a un Ancelotti que ya estaba con las maletas camino de Milán. Esta vez, y tras cuatro victorias y dos empates, los de Simeone llegan crecidos e incluso con la vitola de favoritos ante un Madrid que no ha encontrado la fórmula para noquear al conjunto rojiblanco en la presente campaña.
El buen juego realizado en la primera mitad del Clásico debe servir como línea a seguir por el Madrid. La vuelta de Modric ha significado una bocanada de aire fresco para un equipo que deambulaba sobre el terreno de juego. También sirve de estímulo la gran actuación de Cristiano Ronaldo en el Camp Nou. El luso nunca se ha ido, pero sí es cierto que ese bajón sufrido parece haber llegado a su fin. Si Cristiano sonríe, este Real Madrid estará más cerca de levantar algún título.
Las jugadas a balón parado y el estado de forma de Casillas siguen siendo la penitencia para un Madrid que no ganó, pero que volvió a ilusionar a la afición en el Camp Nou. Las diferencias con el encuentro de Liga del Calderón son irrefutables: más intensidad, buen juego, casta, orgullo... Sin embargo preocupa las similitudes entre los dos partidos: errores defensivos mezclados con fallos de bulto de Casillas. Y es que este es el caballo de Troya del actual Real Madrid. Aun así, hay motivos para creer en este equipo.