No entierren a Cristiano
El mal momento que atraviesa el Real Madrid parece no tener fin y los señalados dentro del equipo se van alternando conforme pasan los partidos. Si en las últimas semanas Iker Casillas o Carlo Ancelotti parecían los culpables de todos los males del equipo, ahora parece que le ha llegado el momento a Cristiano Ronaldo. Su escaso acierto en el choque contra el Levante del pasado domingo le ha colocado definitivamente en el centro de las críticas.
Una críticas que se suman a la actitud mostrada por el luso contra el público del Santiago Bernabéu captada por las cámaras de televisión. Cristiano Ronaldo no entiende que después de más de un lustro dejando todo por la camiseta blanca dentro y fuera del terreno de juego, e incluso arriesgando su carrera por no perderse el desenlace de los títulos, una parte de la afición le reproche su actual rendimiento.
Una vez más, la afición madridista vuelve a hacer uso de una malentendida exigencia y con el peor ejemplo posible. Es incomprensible que un futbolista con la trayectoria de Cristiano Ronaldo en el Real Madrid tenga que soportar silbidos por parte de su público. Cabe recordar que, hace tan solo tres meses, este mismo jugador recogía el premio a mejor jugador del mundo por segundo año consecutivo.
Aunque durante estos últimos años haya parecido lo contrario, Cristiano Ronaldo es humano y el bajón que atraviesa entra dentro de lo normal para cualquier deportista. El luso nos tiene acostumbrados a más de 50 goles por temporada, y cuando esa estratosférica marca desciende a límites terrenales, aparecen las críticas ventajistas. Una injusticia con un futbolista que se ha convertido en el estandarte del equipo desde su llegada, principal protagonista en las victorias y principal señalado en las derrotas.
Y en medio de toda esta polémica llega la visita al Camp Nou. Un estadio donde ya conocen la mejor versión de Cristiano Ronaldo. El partido en el feudo azulgrana aparece como una oportunidad de oro para tapar las muchas bocas que están poniendo en duda su compromiso con el club, algunas de ellas, sorprendentemente, procedentes de aquellos que hasta hace solo unas semanas le veneraban.