Que no cunda el pánico
Histeria colectiva en parte del madridismo tras perder 1-0 con el equipo B ante un Bayern más rodado y casi con el equipo de gala. Esta será noche de debates interminables, fichajes y bajas sin pararse a pensar un momento en un análisis profundo de la final de la Audi Cup. El partido ante los de Guardiola deja cosas positivas, aunque para ello haya que ir un poco más allá del resultado.
Lo primero es que esta temporada el Real Madrid jugará con portero. Kiko Casilla demostró que da seguridad por alto y que está a un gran nivel ante el Tottenham, mientras que Keylor Navas realizó un sobresaliente partido hasta que se equivocó al no salir en una falta lateral. Un debe que los blancos ya tenían la pasada campaña pero, al revés que en la actualidad, no contaba con un guardameta capaz de jugar con los pies y con un porcentaje tan alto de paradas. Por tanto, en la comparación sale ganando. Y todo esto, mientras aún se espera la llegada de De Gea.
Lo segundo es que Benítez ha conseguido, en solo un mes, dar solidez a un equipo que hacía aguas continuamente en defensa. Dos goles encajados en seis partidos es un buen dato para demostrar que este Madrid defiende más y mejor. A pesar de ello hay que seguir trabajando las jugadas a balón parado y recuperar a Sergio Ramos una vez que firme su renovación. El de Camas ha sido el antagonista en los dos tantos recibidos por los blancos.
Y por último hay que destacar que el Real Madrid plantó cara durante 88 minutos a todo un Bayern que ya ha jugado un partido oficial. Sin la BBC, como es lógico, la pegada se resintió. Además, James solo disputó la segunda parte y Kroos y Modric apenas coincidieron unos minutos sobre el césped. Demasiados condicionantes cuando enfrente tienes a una de las plantillas más poderosas del mundo y a uno de los grandes favoritos para la Champions League.
Algunos verán el vaso medio vacío tras una derrota sin importancia. Otros en cambio se quedarán con los puntos positivos y esperarán a los primeros partidos oficiales para sacar conclusiones del proyecto de Benítez. El pánico, innecesario y, aunque innato en el madridismo, fuera de lugar en pleno mes de agosto y tras tres victorias, dos empates y una única derrota.