¿Qué quieres, Ángel?
Anda el patio revolucionado con el "solo me acomodé" de Di María tras su grosero recadito a quienes le pitaron anoche. No seré yo la persona que enarbole la bandera de una obviedad mayúscula como que "la afición del Bernabéu es soberana", ascendida hace no se sabe cuánto a la categoría de tercer o cuarto mandamiento pipero. Y digo que no me subo a ese carro porque una vez dentro corres el riesgo de convertirte en parte de ese sector de la afición que pita sistemáticamente sin criterio alguno y, si te despistas, te encuentras justificando las críticas más soeces y los ataques más injustos. No obstante, el gesto de Di María es incuestionablemente intolerable, se mire por donde se mire. Dudo que alguien se crea que, verdaderamente, el 'Fideo' se estaba acomodando sus partes nobles; y, si resulta que era así, la magnitud de su torpeza desmerece cualquier tipo de comentario.
Animaba yo a Di María, cuando tuvo lugar el conato de incendio de su representante hace pocas semanas, a dejar de haser boludeses y centrarse en lo suyo: a rendir en el campo y devolver a Ancelotti la confianza depositada en él; a quedarse en el Real Madrid y sudar el puesto como siempre ha hecho. Solo dos días después Ángel me 'contestaba' en Pamplona con los 35 minutos más apáticos de la temporada del argentino. Se ve que no le sentó bien la suplencia y decidió pasear su desgana por El Sadar ante la desesperación de sus compañeros. Los gestos de frustración de Xabi, que no paraba de darle indicaciones, lo decían todo. Ayer volvió a dar la sensación de estar desconectado del equipo, de ir por libre, y eso pesa mucho en un graderío al que le cuesta menos y nada tomarla con un jugador, especialmente teniendo en cuenta que hay un tal Bale y un tal Jesé peleando cada minuto que están sobre el campo.
Di María siempre ha sido un jugador de casta, y la entrega es su seña de identidad, por lo que los últimos acontecimientos y el preocupante descenso en su rendimiento invitan a pensar que su objetivo no es otro que salir del Real Madrid. Ángel habla de "malentendido" en el 'acomodamiento' de ayer. ¿Y qué hay de las críticas de su representante al presidente? ¿Qué hay de sus mosqueantes aportaciones en los últimos partidos? ¿Son también malentendidos? ¿Mecanismos de presión? ¿Qué es lo que busca? A mí, desde luego, se me escapa de las manos cómo se pueden hacer las cosas tan al revés si no es intencionadamente. Y, si es así, buenas noches y buena suerte es todo cuanto me falta decir. En caso de que no sea así, sospecho que tendrá más oportunidades de dar la vuelta a la tortilla, si es que se decide pasar por alto lo de anoche. Veremos a ver.