Rodrygo se la juega en el Mundial de Clubes

Rodrygo Goes se juega mucho más que un título en el próximo Mundial de Clubes, se juega su continuidad en el Real Madrid. Tras una temporada marcada por la irregularidad (no marca desde el 4 de marzo ante el Atleti en Champions), el delantero brasileño ha dejado de ser intransferible para la cúpula merengue y para la afición. La llegada de Kylian Mbappé y el crecimiento imparable de Bellingham y Endrick le han restado protagonismo, y su margen de error se ha reducido a cero.

El torneo de Estados Unidos no es uno más. Es una prueba definitiva, una especie de juicio final para Rodrygo, que necesita demostrar que puede ser importante en un equipo que exige excelencia cada semana. Ya no basta con los destellos puntuales ni con haber sido determinante en otras temporadas. El presente manda, y el futuro se construye en cada partido.

Xabi Alonso no se va a casar con nadie. El tolosarra valora el talento, pero exige compromiso, sacrificio y regularidad. Y eso es precisamente lo que Rodrygo no ha ofrecido este curso. Si vuelve a desaparecer en una cita tan importante, el mensaje para la dirección deportiva será claro: hora de escuchar ofertas.

El fútbol no espera, y menos en el Real Madrid. El Mundial de Clubes será su oportunidad para redimirse, para demostrar que sigue teniendo hueco en el proyecto. Pero si no da un paso al frente, podría estar ante sus últimas días en el conjunto blanco. Y ya no porque él tenga dudas sobre si debería continuar en Valdebebas o no, sino porque la paciencia de la entidad merengue es cada vez menor.