San Valentín sin reconciliación
El Real Madrid ganó al Deportivo pero no enamoró a su afición. Tras la penosa imagen mostrada en el Calderón, los de Ancelotti no lograron reconciliarse con su afición en una victoria que llegó a peligrar debido al exceso de relajación en la segunda mitad. Un equipo partido y que no dio signos de mejora a pesar de la turbulenta semana vivida en el club blanco.
Cristiano Ronaldo fue indultado por el público. El luso fue de más a menos y, aunque no marcó, lanzó un balón al larguero y dio una asistencia a Benzema. No se vio su mejor versión, aunque el madridismo supo valorar a su estrella sobre el campo. No paso lo mismo con Casillas, que a pesar de realizar alguna parada de mérito, fue el gran señalado junto a Ancelotti por la afición. Los seguidores parecieron perdonar el postpartido ante el Atlético, pero no así los errores del guardameta y del técnico en el derbi.
Ancelotti volvió a impacientar a la parroquia madridista con su nula capacidad de reacción en la segunda mitad. Otra vez no realizó ningún cambio antes del minuto 70, como si lo tuviera prohibido por regla. El Deportivo apretaba y el Bernabéu se tambaleaba. El italiano no está demostrando un ápice de poder cambiar el signo de un partido desde el banquillo. Cuando vengan mal dadas en algún encuentro, el público buscará al entrenador. Con o sin chicles, Ancelotti debe dar un paso al frente en situaciones complicadas. No tocar nada por miedo a equivocarse es un error mayor. La valentía tiene su premio, la cobardía solo provoca indignación.