Un adiós con lágrimas y un regreso con esperanza

A rey muerto, rey puesto. Ayer vivimos -y lloramos- la despedida de Carlo Ancelotti, el entrenador más laureado en la historia del Real Madrid. No es poca cosa. El italiano ha tenido muchos errores y yo mismo he sido muy crítico con él, pero siempre pesarán más sus muchos aciertos. Sin embargo, como dijo Tony Stark en 'Vengadores: Endgame', una parte del viaje es el final. Y el de Carletto llevaba tiempo gestándose.

Y hoy hemos dado la bienvenida a Xabi Alonso. Era un secreto a voces, pero no por ello menos esperado. Todos hemos esbozado una sonrisa de manera inconsciente al ver el comunicado oficial del Real Madrid. Porque con el tolosarra regresa la ilusión. La ilusión de volver a ver un fútbol valiente y ofensivo. La ilusión de volver a tener un entrenador al que no le de alergia mirar a la cantera. La ilusión de vivir el regreso a casa de alguien que dejó huella durante sus cinco años como futbolista en el Santiago Bernabéu. Aún tenemos en la retina aquella carrera desde la grada en Lisboa tras el cabezazo de Sergio Ramos en el 92:48.

En unas horas, todos estaremos pegados al televisor para ver qué se cuenta el bueno de Xabi en su primera comparecencia como entrenador del Real Madrid. Las expectativas están por las nubes; y el primer reto, en el horizonte: el Mundial de Clubes.

Empieza la era Xabi.