Opinión

Un problema que ya no tiene ninguna solución

Un problema que ya no tiene ninguna soluciónBernabeudigital.com
Xabi Alonso, Real Madrid
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Oggi alle 15:00Opinión
de Aitor Bris
El Real Madrid ha llegado al límite tras una esperada división en el vestuario que ha tenido su punto álgido en la derrota contra el Celta de Vigo

Puede que estemos ante las últimas horas de Xabi Alonso como entrenador oficial del Real Madrid. Recalco eso de oficial, porque viendo lo que ha ocurrido en las últimas horas parece que el tolosarra ha intentado ser más un gestor que un técnico propiamente dicho. Los jugadores parecen haberse hecho con el vestuario y ahora mismo el futuro del vasco pende de un hilo que depende de lo que el Manchester City consiga sacar este miércoles en el Bernabéu.

Si el Real Madrid no puntúa, lo más probable es que Xabi Alonso salga a rueda de prensa por última vez como técnico madridista. Y la realidad es que eso marcará un peligroso precedente. Es cierto que cuando una situación se tensa, el gran damnificado es el entrenador porque es más fácil cesar a uno que a 20, pero aquí se ha demostrado y mucho que, pese a que el vasco tiene culpa, los futbolistas son los que han dejado caer a su técnico.

UN ADIÓS CASI ANUNCIADO

El futuro de Xabi Alonso está dejando lugar a muchas dudas ahora mismo. Y sí, el tolosarra no ha conseguido unir al vestuario ni implantar su idea de juego, algo de lo que es culpable en la totalidad. Sin embargo, la actitud de los jugadores y su entrega dentro del campo no es algo que tenga que ver con el vasco y ahí es donde se ha demostrado que los futbolistas no han estado a la altura. Se ha dejado caer al técnico y lamentablemente esto crea un precedente muy grande que tiene que ver con el tipo de entrenador que se necesita en el Real Madrid.

La mano dura no funciona con unos jugadores acostumbrados a hacer lo que quieran y cuando quieran. Son muy buenos, los mejores, y ellos lo saben, por lo que no consienten que nadie les diga qué hacer ni cómo hacerlo, por mucho que sea su entrenador. Lamentablemente, la mano izquierda es la única que parece servir en un vestuario que será el culpable de la situación, pero el gran beneficiado una vez se confirme lo inevitable.