Yo quiero tener la buena suerte de Rodrygo Goes

El Real Madrid venció por 2-1 ante el Olympique de Marsella con muchas dificultades, aunque con 15 tiros entre los tres palos. Solo dos tantos, y fueron de penalti. Ambos convertidos por Kylian Mbappé, que se ha erigido como el líder impuesto por Xabi Alonso en cada encuentro. En este sentido, pudimos ver como Rodrygo Goes fue de la partida para hacer lo mismo que ha hecho siempre: 20 minutos buenos y el resto desaparecidos. Provocó un penalti y realizó varias internadas al área que recordaban al brasileño de hace cuatro años, pero nada más. Aunque bueno, yo había leído cosas acerca de la meritocracia, y seguramente sea porque de humo hay que vivir, porque otra cosa no tiene explicación.

Uno de los puntos negativos que tiene la vida es que necesitas una cantidad insana de suerte para absolutamente todo, pero Rodrygo parece tenerla a montones. Seguramente le sobre, porque reírse de la afición y del club que teóricamente tanto quiere durante tantos meses para tener este premio después es muy curioso. Ya ni siquiera me enfada o me indigna, es la más simple y directa resignación de saber que nada va a cambiar, porque tampoco vamos a engañarnos. Lo bueno, que los tres puntos se quedan en casa, y que las sensaciones siguen siendo positivas.