La venganza del Liverpool es un lujo para el Real Madrid

'No, por favor, qué horror sería desprenderse de Rodrygo Goes', dijo nadie nunca en el Real Madrid. Pensar en una venganza del Liverpool por Alexander-Arnold y Konaté es de las cosas más ridículas que he escuchado en los últimos años. Para empezar porque es el propio Florentino Pérez el que estaría encantado de dejar de contar con el brasileño. No porque tenga un nivel mejor o peor de lo esperado, sino porque podría generar más de un problema en el vestuario de no contar absolutamente nada para Xabi Alonso. Si ya las ha liado siendo intocable, imagínense cuando vea que Franco Mastantuono también juega más que él.

Soy de los que piensa que Rodrygo Goes es un buen jugador, pero nunca será indiscutible por rendimiento en ningún club en el que esté. Sí, marcará la diferencia en algunos partidos en su nuevo equipo, pero la regularidad nunca ha sido lo suyo. Su perfil es el de un jugador que sale del banquillo para revolucionar los partidos. De hecho, puede que sea el mejor del mundo en ese apartado, pero no le da para ser indispensable desde el primer minuto. Ni en el Real Madrid ni en el Liverpool. Lo veo imposible.

Lo de Trent Alexander-Arnold no se podrá vengar en la vida. Es un chico nacido y criado en el Liverpool FC, con siete u ocho años por delante a su mejor nivel. No hay posibilidad de venganza en absoluto, ni mucho menos tampoco por Konaté, por el que, salvo giro inesperado, estarían dispuestos a negociar en las próximas semanas.

Lo dicho, que le vaya muy bien a Rodrygo Goes, pero hablar de una maquiavélica venganza del Liverpool roza lo bochornoso.