Todo es incomprensible en este Real Madrid

Nadie entendió nada de la gestión de Xabi Alonso ayer en Talavera. Mbappé jugó los noventa minutos, tardó en hacer cambios y entre los que entraron se encontraba un Jude Bellingham que salió a pasearse. Después del 1-2 del Talavera, el Real Madrid se echó atrás, cediendo la iniciativa a los locales. Solo una cantada del portero que supuso el 1-3 permitió a los blancos coger aire... Pero no por mucho tiempo, porque los merengues volvieron a dormirse y a regalar el 2-3 en una falta completamente evitable del susodicho inglés.

Como digo, el partido de ayer es difícil de explicar. Da la sensación de que el Real Madrid no va sobrado ni contra el penúltimo de Primera RFEF. De los últimos diez partidos, los de Xabi Alonso solo han podido ganar cuatro de ellos... Y únicamente el 0-3 al Athletic por una diferencia mayor que un gol. El resto (Olympiacos, Alavés y Talavera) se vencieron sufriendo hasta el final. 

La gestión con los canteranos, caso aparte. Ayer fue titular David Jiménez porque no quedaba otra, pero no tuvieron minutos ni Joan Martínez ni un Thiago Pitarch que, de hecho, se preparó para saltar al campo. Xabi cambió de opinión a última hora y metió a Cestero, precisamente en el contexto menos favorecedor de toda la noche para él. Tampoco se vistió de corto Valde, quien unos días antes debutó ante el Alavés... Y al que señaló el tolosarra en rueda de prensa en el gol de los vitorianos.

Todo en el Real Madrid es incomprensible a día de hoy. Empezando por los jugadores y terminando, por supuesto, en Xabi Alonso. Y como gota que colma el vaso, la inminente salida de un Endrick que fue de lo poco salvable en Talavera.