Real Madrid 112-76 Básquet Girona | Juego brillante, victoria fácil
Primeras posesiones de este Real Madrid - Básquet Girona con mucha actividad por parte de ambos conjuntos, ya que solo erraron un tiro de los cuatro intentados entre los dos. Los blancos, eso sí, más concentrados en el tiro de tres, con Trey Lyles y Gabriele Procida acertando los suyos. De hecho, el italiano fue el más destacado en este inicio, con el claro objetivo de aprovechar los minutos que pudiese jugar en ausencia de un Mario Hezonja que le tocó descansar. Los blancos pisaron el acelerador gracias a un brillante tiro exterior, así como a una circulación de balón muy fluida, lo que permitió alcanzar los 20 puntos en apenas seis minutos de juego. Quien también completó un cuarto excelente fue Alex Len sustituyendo a Edy Tavares, que también se quedó fuera de la convocatoria.
El segundo cuarto comenzó con un Básquet Girona que tuvo las ideas muy claras en el juego exterior, aunque el Real Madrid respondió rápido desde fuera. Pese a ello, los visitantes apretaron las tuercas en defensa, sobre todo en el uno contra uno, para intentar forzar pérdidas a los blancos. De hecho, los blancos tuvieron ciertas dificultades a la hora de acertar los tiros abiertos, y el mejor exponente de ello fue Chuma Okeke, que no encestó ningún triple en sus tres oportunidades. El canadiense tardó, pero por fin desempolvó la varita. Así, cinco puntos seguidos tuvieron su firma, aunque el conjunto dirigido por Sergio Scariolo no fue capaz de despegarse en el marcador. Y con un leve arreón, los madridistas alcanzaron los dobles dígitos de ventaja, suficientes para marcharse al descanso con mejores sensaciones.
Empezó la segunda mitad y Procida continuó con sus buenas sensaciones. El italiano encestó el triple que intentó en su primer balón, y siguió con un inmaculado porcentaje en esta materia. El que estuvo menos acertado, pero muy determinante de toda formas, fue Lyles, que siguió abusando de su calidad en el poste bajo. Y con Andrés Feliz como protagonista absoluta gracias a cinco puntos seguidos, el Real Madrid se colocó veinte arriba, demostrando que quería dejar cerrada la victoria justo antes del último cuarto. Los madridistas no bajaron el ritmo, e incluso David Krämer ayudó en la anotación, ya fuese atacando la zona o el tiro exterior.
De cara al último cuarto, un pequeño parcial del Básquet Girona fue contrarrestado con una defensa intensa y muy acertada del Real Madrid, sobre todo a la hora de forzar pérdidas del rival. Por fin se estrenó Sergio Llull, y es que era el único jugador que pisó la cancha del Movistar Arena que todavía no había anotado ningún punto en juego. Facundo Campazzo puso la magia con varias asistencias de un nivel excepcional, y es que los madridistas se empezaron a gustar poco a poco para cerrar la victoria de forma más rápida. Así, los 100 puntos se superaron con mucha facilidad, y los visitantes no tuvieron nada que hacer. Gran partido en casa con muy buenas sensaciones.